NOTA: Este blog está ordenado cronológicamente, es decir, que lo primero es lo más antiguo, como en un libro. Así que leyendo desde el principio tenemos el orden exacto de como sucederá.
Dos meses de ruta por Estados Unidos. Desde el 4 de junio de 2009 hasta el 5 de agosto de 2009.
Bienve Ferro
Hola a todos. Éste es el primer post que escribo sobre la ruta que voy a hacer por Estados Unidos durante junio y julio de 2009.
Aún quedan unas semanas para que comience mi viaje por la ruta 66 y alrededores. La idea es recorrer Norteamérica de costa a costa, de Este a Oeste. Será una ruta sin prisas para aprovechar bien los dos meses que me he tomado «extras».
En un principio la ruta la haremos Angela y yo Bienve, pero por el camino no descartamos hacer nuevos amigos y que en algún momento se pueda unir más gente. El coche es de Ángela, un Hyundai Accent del 2003, y los kilómetros que haremos de ruta aún son inciertos, miles, pero no sé cuántos miles de kilómetros. Seguro que me acostumbro a contar la distancia en millas.
Aún no sé lo que me encontraré, pero seguro que me aburro de ver cactus por el camino. En las grandes ciudades veré personajes típicos con sus pintillas.
(Imágenes sacadas de Internet)
En las escapadas a parques naturales espero ver algunos animales que no estoy acostumbrado. También aprovecharé a disfrutar de los paisajes, y aunque no esté Karlos para ordenar «disfrutar del paisaje!», lo haré igualmente.
Ya queda un poco menos de un mes para el viaje a EEUU.
Desde 2009 hay un nuevo requisito para poder entrar en los Estados Unidos, hay que rellenar el formulario de acceso on-line, con el que se obtendrá la aurorización de entrada.
Tras rellenar el formulario online, el sistema automático responderá una solución: APROBADO o DENEGADO. (Existe otra respuesta menos común en la cual se valora la solicitud, y en el plazo de 72 horas se comunica el estado de la resolución).
La web para rellenar la solicitud de visado es:
https://esta.cbp.dhs.gov/esta/esta.html donde también se puede entontrar información adicional.
Al comenzar este formulario te ofrece 2 opciones (en dos columnas), Solicitar Autorización de un viaje a Estados Unidos o Actualizar o revisar la Autorización previamente presentada.
Si no tenías un visado con anterioridad, se debe elegir la opcion de Solicitar. Si ya lo has solicitado, puedes consultar su estado con la opción Revisar de la segunda columna.
Después te obligan a leer una serie de condiciones de exención de responsabilidad y a aceptar que las has entendido para por fin llegar al formulario.
En este formulario te solicitan los datos básicos, como Nombre, Apellidos, Fecha de nacimiento, Número de pásaporte… Está claro, que para viajar e EEUU es necesario tener el pasaporte en vigor.
Luego vienen las preguntas que harán decidir si entras o no en USA.
Preguntas como: si padeces alguna enfermedad contagiosa, algún desorden físico o mental, o si eres adicto a las drogas, si has sido arrestado o declarado culpable por un delito o crimen, si estás involucrado en espionaje o sabotaje, actividades terroristas, genocidio o si has estado involucrado en las persecuciones nazis entre 1933 y 1945, si pretendes buscar trabajo en EEUU, si has sido deportado alguna vez, y algunas preguntas más del estilo.
Una vez finalizado el formlulario recibes una respuesta que puedes imprimirla. Por lo general aprueban la Autorización.
Pero que aprueben la autorización no significa que puedas entrar en USA, ya que en el aeropuerto serás inspeccionado por un funcionario del Sevicio de Aduanas, donde por cualquien motivo pueden denegarte la entrada.
De momento ésta es la información que tengo.
De momento tengo aprobada mi autorización, así que continuaré con los preparativos.
Ya lo tengo decidido. Cuando el primer día llegue a Washington, será de noche, y mientras los maderos de allí me hacen la entrada imposible en inmigración, seguro que me dan las mil de la noche, así que de dormir nada. He pensado ir directamente a la estación de autobuses de Washington (Union Station) y esperar allí a las 5.45 de la mañana que sale mi bus a Ohio, Columbus. El billete de bus lo he cogido ya, porque si lo cojo con antelación sale algo más barato. Tampoco es que sea muy barato pero bueno, 45 dolares, también es un largo recorrido, no me lo esperaba, casi 12 horas en bus.
El bus es el típico bus de las pelis, Greyhound, ese con un galgo dibujado, que seguro que a más de uno le suena.
Estos últimos días antes del viaje estoy ultimando los preparativos y calculando qué necesitaré. Siempre dejando las cosas para última hora, y algo para mí fundamental como tener homologado el permiso de conducir para EEUU, aún no lo he hecho. Tengo que llevar a tráfico mi fotocopia y original del dni, fotocopia y original del permiso de conducir, dos fotos, 9.40 euros y rellenar un impreso. El permiso internacional me lo darán al instante.
Ay, que desastre. Mañana voy.
Ya salgo de viaje. No sé si mi ruta empieza aquí, pero está claro que mi viaje empieza hoy y aquí.
A las 14.00 salía mi bus del termibús de Bilbao a Madrid. Pues muy bien, me ha acompañado Marcos, y Ana también ha venido a despedirse de mi. Hemos llegado con antelación, pero nos hemos entretenido despreocupadamente haciendonos las fotos de despedida, y cuando nos quisimos dar cuenta, el bus ya había cerrado el maletero y estaba cerrando la puerta para pirarse. En las fotos se observa que ya estaban casi todos dentro y nosotros tan felicianos aún, jajajja. El chófer se mosqueó al tener que abrir todo de nuevo para mi, jejeje.
El viaje a Madrid en bus sin complicaciones, y una vez allí me quedé para esa noche con mi familia en casa de mis tios.
A la mañana siguiente y sin esperar más, fuimos directos al aeropuerto de Barajas.
Arriba con mi tía Amparo y con mi padre, que se encontraba en Madrid.
Parece la sección «brazo levantado». Lo que son las despedidas!
En este momento me despido del castellano y toca practicar inglés, de momento un poco torpe, pero poco a poco.
Vídeo de la despedida de las tierras europeas
Éste es el avión de Air Canada que me dejará en tierras americanas.
Esta foto es de lo primero que se ve al entrar en Canadá, y la siguiente ya es para aterrizar en Toronto
Video de aproximación a la pista. Un simple vídeo, pero si no tenemos en cuenta los sonidillos de los niños, el vídeo gana algo.
Después de aterrizar en Toronto me queda esperar unas cuantas horas hasta coger el trasbordo que me lleve a Washington.
En Toronto la diferencia horaria con respecto al estado español es de 6 horas, así que aquí es mediodía aún.
En el avión nos dieron un papel de inmigración para que rellenemos y presentemos en la aduana, pero al llegar, vimos que teníamos que rellenar 2 papeles más. Había 3 papeles de diferentes colores y la mayoría de pasajeros estábamos hechos un lío intentando averiguar cuáles teníamos que rellenar. Allí mismo recogíamos las maletas para cruzar los controles de inmigración y volverlas a poner en otra cinta.
En los controles de Inmigración vaya tinglao, hay que enseñar los papeles un montón de veces, cogen las huellas, te graban con una cámara la cara, te hacen un montón de preguntas, pero bueno, lo único es que gastas un poco de tiempo, pero como a mí aún me quedan horas hasta el siguiente vuelo, no me importa.
En todo este rato me acompañó un madrileño, que casualmente también va a Ohio, pero él pilla un vuelo desde Toronto. Hace bien, porque para ir a Ohio, yo tardaré 24 horas más, así tontamente. Se llama Carlos y estuvimos comiendo en un restaurante de aeropuerto unas alitas de pollo picantes.
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Después de tanto esperar en el aeropuerto, cuando todo el mundo estaba en la puerta de embarque, nos han avisado por megafonía de que nuestro vuelo se atrasaba una hora, así que bueno, a tomármelo con calma.
El vuelo a Washington ha durado 1 hora y media aprox., y aquí llueve un poco. Al llegar no he tenido que pasar ningún control, pero por culpa del atraso del vuelo no he podido coger el metro hasta Union Station, donde cogeré el siguiente bus, así que tranquilamente me he cogido un taxi y me ha llevado a la estación de Autobuses. Eran las 12 de la noche, y al ver el panorama le dije que me llevara a la estación de trenes, que tiene pinta más segura, o a cualquier sitio cerrado. Es que lo que he visto de la estación de autobuses no es un recinto cerrado, y no había ni un alma, mal rollito para quedarme allí solo. Washington está lleno de negratas, es más, el taxista era un negrata enrollao (lo de negratas no es despectivo) que me acompañó a la puerta de Union Station (de trenes) para preguntar al segurata si me podía quedar dentro un montón de horas.
Una anécdota curiosa con el taxista, es que con mi afán de hacerme el cercano, me quise sentar en el asiento del copiloto, y el taxista tuvo se despejar un montón de papeles y cosas que tenía en el asiento, que por lo general no se usa para que monte nadie. Allí hablamos un poco en inglés y él intentó hablar algo en castellano. Se le veía una persona muy atenta e interesada por su trabajo y mi comodidad. Después de encontrarme ese sitio donde poder quedarme a pasar la noche a resguardo y ayudarme con las maletas, le pregunto cuanto es, y me dice los dolares y centavos, yo le doy los dólares y al darme los cambios veo que ha redondeado un poco para arriba, Unos centavos nada más, pero me quedé sorprendido. Se me quedó mirando, y yo le dije «muchas gracias» y salí del taxi tan natural. Noté un cambio en él, como que se puso más serio y menos agradable. Ya un rato después me di cuenta de que lo normal sería haberle dado propina, un porcentaje dependiendo del buen servicio, pero mi novatada la ha pagado sin querer el pobre taxista.
Yo ya no sé si Union Station es sólo de trenes, o la de autobuses también se llama así por estar cerca. Luego lo averiguo.
Ahora mismo son las 4.40 y estoy como en la foto, esperando a que sean las 5 para irme a la cola de los autobuses para pillar mi billete, que lo tengo ya comprado por Internet.
El autobús tardará casi 12 horas con una parada de 50 minutos. El taxista me dijo que le parecía mucho 12 horas, que el cree que lo hace en 5, pero si está a más de 400 millas, no creo que tarde sólo 5 horas. También lo averiguaré.
Bueno. Ya estoy con un poco de tiempo. Voy a contar un poco lo de estos días.
Mi espera en Union Station fue un poco larga. Fui al fondo donde había asientos, y estaba lleno de indigentes. Me senté entre 6 tiparracos que dormían, me senté allí porque había un enchufe para cargar mis gadgets. Me dio un poco de reparo sacar mi portátil porque allí no pegaba nada, pero bueno. Un poco más tarde me comí mi bocata de jamón y me levanté para buscar otro sitio menos frío. Me senté al fondo de la estación donde tenía mejor pinta. Hay que remarcar que allí había poquísimo movimiento de gente.
Yo con mis maletas y mi ordenador sentado, y de vez en cuando se acercaba un tipo y me pedía dinero para el tren. Yo: sorry, I can’t help you.
De esto que se acercan 2 pintas afroamericanos y se sienta uno a mi derecha y otro a mi izquierda pero en el asiento de mi espalda. El de la derecha se pone a hablarme preguntándome que de dónde era, que él era africano. Yo le respondo que no puedo hablar muy bien inglés, mientras controlo todo mi equipaje agarrándolo mejor, porque el que estaba a mi izquierda estaba al acecho. Es que se les ve venir. Vino un policía a controlar que no me pasara nada y me preguntó a ver si iba a coger un tren que salía ahora, bueno, lo dijo como disculpa para acercarse a mí. Cuando el poli se fue, no tardé más de 2 minutos en levantarme y amablemente despedirme de los 2 tipos que me rodeaban.
Volví a sentarme donde al principio, que al menos allí los pocos que estaban dormían. Allí es la foto de antes donde estoy esperando con la maleta.
La parada de autobús en Washington estaba como a 6 manzanas de Union Station y le llaman la estación de Greyhound aunque tiene otro nombre que no recuerdo.
Para lo que me ha tocado ver en Washington no me ha gustado nada. La peña es como un poco pasota, hay mucho mendigo, por lo menos en Union Station por la noche. Me parece que toda la ciudad tiene un olor característico, intenté averiguar a qué, pero no lo relaciono, yo diría como que es un olor cansino, una mezcla de pizza, café, algo dulce, chorizo, salsa picante y váter público. En fin, un olor un poco extraño.
En la estación de Greyhound, la de la taquilla era un montón de borde y me atendía muy mal. Fui a la dársena 11 que allí salía mi bus para Columbus (Ohio). El autobús llegó un poco tarde, y los chóferes y el personal del bus super despacio no sé qué hacían pero daban mil vueltas antes de dejarnos entrar. Parecía una broma lo despacio que iban, sabiendo que el autobús iba con retraso. Bueno, pues entre una cosa y otra salimos una hora tarde. Cuando iba a entrar en el bus me miran la maleta y me dicen que tenía que haberla facturado en la taquilla. Todos bordes me dicen que vaya corriendo a facturarla. Hurry, check it, hurry! Ellos tan despacio y yo corriendo a facturar, qué ironía!
El autobús era una mierda. Cada uno pillaba el sitio que pudiera, estaba sucio, hacia ruidos por todos los lados y olía mal. Todos los pasajeros tenían una pinta un poco asquerosa. Todo el mundo dormía.
Después de una hora de viaje nos mandan cambiarnos de bus, pero el chófer seguía siendo el mismo. Cogieron nuestras maletas y nos las pasaron ellos de un bus a otro. En el billete ponía que haría 4 paradas, pero hizo por lo menos 10. Hicimos una parada que yo creía que era Pittsburgh, donde en el billete ponía que teníamos 50 minutos, y por el altavoz el chófer dijo algo de que teníamos 50 minutos pero creo que debió decir 15, que se pronuncia parecido. Me lo tomé con mucha calma pensando en mis 50 minutos, y cuando me acerque a la puerta del bus a ver qué tal, habían pasado 25 minutos y estaba todo el mundo dentro y vi al chófer de pié como contando la gente. Me di media vuelta para volver el restaurante pero el chófer me dijo que a dónde iba, que subiera ya. Entonces entendí que lo que hacían todos allí era esperarme.
Después de una horas llegamos realmente a Pittsburgh donde tuvimos que coger nuestras maletas para coger otro bus que salía en la dársena 7, creo recordar. Allí, el autobús a Columbus vino con retraso, como una hora también. Allí no había apenas sitio, y me senté casi atrás. El chófer era muy gracioso porque de vez en cuando nos daba instrucciones larguísmas, de 2 ó 3 minutos por los altavoces. Yo no sé lo que decía pero su manera de hablar era muy divertida y la gente se reía, fue genial.
Por fin después de casi 12 horas llegué a Columbus. Allí la cosa cambiaba. Eran como las 6 de la tarde, hacía sol y el ambiente era más tranquilo. Cogí mi maleta, y allí apareció Ángela (Angie, alias enyi). Qué gran alegría verla, estaba igual que como la recordaba, pero esta vez en EEUU, en su salsa.
La cosa ha cambiado mucho. Desde que llegué a EEUU ha sido un poco estresante porque no me gustaba lo que estaba viendo (la actitud de la gente…) no sé, he notado que la cultura es diferente a la que estoy acostumbrado. Que haya sido un poco estresante no quiere decir que no haya sido emocionante. Me lo he pasado como un enano intentando enterarme de por dónde tenía que andar y lo que tenía que hacer desde Washington hasta Columbus, y me he entretenido mil haciendo fotos a todo lo que me llamaba la atención. Ahora me siento más cómodo viendo una realidad más tranquila, teniendo a gente conocida con la que poder hablar. Angie habla castellano muy bien.
Pues bien, ya estoy en Ohio!! Concretamente en Pickerington, cerca de Columbus.
Esto es una zona de urbanización con miles de chalets. Todas las calles se parecen, y se ve que la peña aquí no se puede quejar del nivel de vida que tienen.
Fotos de la zona donde vive el padre de Angie.
Esa primera tarde fuimos a dar una vuelta por la zona, donde hay enormes parques y muchos campos de golf, algunos de ellos muy importantes donde se celebran torneos internacionales.
Fuimos a cenar a un buffette con comida típica americana (no recuerdo el nombre del restaurante), la verdad es que no está nada mal (me encantó la salsa barbacoa que hacen allí), y después fuimos a dar una vuelta por el bosque.
El padre de Angie es el típico americano gordo, simpático y familiar. Le gusta vivir cómodo, y se desplaza a todos los lugares en coche y sin cinturón de seguridad. Me llamó mucho la atención hablar con el padre de Angie, me daba cuenta del poco ingles que sé, se me hace inútil al intentar hablar con un americano de pura cepa. Él sólo habla Inglés americano y no se parece mucho al inglés de Inglaterra que estoy más acostumbrado a oír. Es un inglés muy cerrado y con una pronunciación y acento que hacía que no me enterara de nada y lo único que yo podía decirle es «What?» (hasta llegué a pensar que él tenía problemas de pronunciación, jejej), menos mal que Angie me traducía. Me parecía imposible comunicarme de esa manera con nadie. Hoy mismo es cuando empecé a averiguar diferencias de pronunciación con respecto al inglés Europeo. Por ejemplo, la T muchas veces se pronuncia como una R. Otras veces como una CH y algunos otros datos que tengo que ir aprendiendo si me quiero desenvolver. Por ejemplo, Twenty se pronuncia Tueni. Potatoe de pronuncia Pachero. Ya me estaba volviendo loco.
La casa del padre de Angie da justo a un parque donde los chavales juegan a baseball, como a 20 metros. Lo descubrí cuando me asomé a la ventana, así que a la mañana siguiente fuimos Angie y yo detrás de la casa a ver cómo jugaban a beisbol los chavales.
Después de estar un rato al sol viendo cómo jugaban los niños, preparamos las maletas y nos marchamos de viaje hacia Hillsboro, que es el pueblo de los abuelos de Angie, donde viven varios familiares, a dos horas de Pickerington, donde nos quedaremos 5 ó 6 días.
Fotos «ande» la casaaaaa.
Aquí ya salíamos de viaje.
De camino paramos a comer en un restaurante y a comprar un módem usb para tener Internet vía móvil (cell).
A dos horas de camino llegamos a Hillsboro, el pueblo de la familia de Angie. Vamos a la casa de su primo Arth a estar 5 ó 6 días. Tiene un rancho con caballos a las afueras de Hillsboro (Ohio). El primer día fuimos a cenar por allí con el primo y por la noche salimos a un bar donde trabaja él.
Debe ser un bar conocido, que ahora no me acuerdo del nombre, y el viernes han inaugurado el toro mecánico.
Allí descubrí el famoso juego típico, cornhole que consiste en lanzar 4 saquitos con maiz a un agujero que está en una plataforma. 2 equipos de 2 personas.
Video del típico juego cornhole.
Esta gente son campesinos y muy amigables, me hice un montón de amigos y claro está que estuve jugando con ellos al cornhole (mi equipo siempre perdía, jejeje, no se por qué)
Allí estuvimos con la prima de angie, Hether, y su novio (el de rojo del vídeo)
Dejo otro vídeo del bar ese de la noche del sábado. Yo no salgo, pero a ver si más adelante pongo un vídeo mío.
Después de desayunar, salgo de la casa y voy hacia la zona de caballos y me encuentro a una cuadrilla del pueblo, amigos de Arth, el primo de Angie, jugando al juego ese de lanzar la herradura. Había muy buen ambiente y me animé a jugar también con ellos. No lo hice tan mal para ser mi primera vez, e incluso encajé alguna herradura.
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Allí mismo tenían una barra de bar de amigos donde bebían whisky, y estuvimos buen rato charlando.
Hay que decir que aquí en Estados Unidos me llamo Ben, porque les cuesta mucho decir Bienve.
Todo el día de relax con los amigos de Arth, el primo de Angie. Fuimos a dar una vuelta en caballo por los bosques de la finca y luego volvimos a la barra de amigos a jugar un poco más a la herradura y beber unas cervezas frescas.
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Día tranquilo. He ido a dar un paseo por el pueblo a ver si encuentro compro algo de ropa. el pueblo aquí no es como los pueblos que yo conozco. Todo son casas separadas, y grandes calles largas, donde no sabes realmente donde está el centro del pueblo. Todo parecen zonas de paso. Es un poco difícil de explicar. Fui andando hasta lo que padecía el centro, y vi un puesto de calle de perritos calientes. No pude resistirme a comer mi primer hotdog. También entré en una tienda e intenté comunicarme para que me dijeran donde hay alguna tienda de electrónica y otra para comprar ropa. Mira que les dejé claro que quería ir andando, y me dijeron que eran 5 minutos a pie hasta un parque comercial. Comencé a andar yo creo que no han sabido calcular bien porque nunca habrán ido andando. Allí todos se mueven en coche, y hay que decir, que debe ser lo normal, porque no había posibilidad de ir cómodamente a pié como fui yo. Tardé mas de media hora y tuve que cruzar alguna carretera donde no existía paso posible. No han pensado en nosotros los viandantes. Suerte que el trafico de coches es muy pequeño. Llegué a la zona de centro comercial, conde entré a comprar ropa en Walmart. También conocí ta rienda BestBuy de electrónica. Otra llamada Radio Shack. Para volver vino a buscarme Angie en coche.
Después fuimos con Arth a la zona donde tiene la casa la prima de ellos (no recuerdo el nombre), que es donde es el siguiente vídeo.
Hoy hemos dedicado el día a ir a un parque nacional en Hocking Hills, a 80 millas de Hillsboro. Un gran parque precioso donde se encuentra la caverna del hombre viejo (old man’s cave) donde vivió un hombre en el milsetecientos y algo. No es una cueva profunda, es una zona muy amplia con parajes frondosos y un río entre unas grutas de roca enormes. En la zona hay unas sendas larguísimas. Nosotros recorrimos 2 millas y media y se nos hizo largo, casi 2 horas. Visitamos la zona de old man’s cave, las cascadas de cedar (cedar falls), la bañera del demonio (Devil’s bathtub) y al gunos sitios más.
De camino vimos un ciervo.
Hay que ver, si nos extrañamos de algunas cosas que venden en las gasolineras, imaginaros lo que pueden llegar a vender en las gasolineras de aquí.
Ohio es el estado donde hay más comunidades de Amish. Los Amish son familias pacifistas y religiosas que visten como en el siglo XVII, no están a favor de las nuevas tecnologías como la electricidad y los coches de gasolina, por lo que usan carruajes de caballos.
En Hillsboro tienen un mercado donde venden sus productos naturales y artesanía. Realizan subastas para vender al pormayor los productos de la tierra. También tienen sus puestos de flores y demás productos.
Vídeo de una subasta en el mercado de los Amish
Ayer nos dio por visitar Cincinnati, alias sinsinati (aunque ellos pronuncian sensenari), que está a hora y media de Hillsboro. Fuimos al museo de Underground railroad, ferrocarril clandestino, donde nos cuenta la historia de la esclavitud, la abolición en algunos estados y la huida de los esclavos para conseguir la libertad, a veces con ayuda de los «conductores» que escondían a los esclavos huidos en sus casas.
Cincinnati está en el estado de Ohio. En Cincinnati está el río Ohio y en la otra orilla es el estado de Kentucky. En el año 1804 aprox, se abolió la esclavitud en Ohio mientras que en kentucky duró como 60 años más. Algunos esclavos intentaban huir de Kentucky a Ohio caminando descalzos más de 20 millas y el tramo final era cruzar el río. Una vez que estaban en la otra orilla, se podían considerar libres. Durante cierta época no sólo valía con llegar a Ohio, sino que tenían que llegar a Canadá.
Los esclavos eran vendidos una media de 3 veces en su vida. Los tenían confinados en casas como ésta durante semanas hasta que eran vendidos. (Casa original de Kentucky trasladasa al museo de Cincinnati). Los grilletes que tengo en las manos creo que eran originales, que algunos esclavos los llevarían hace 200 años.
Un esclavo fue famoso porque consiguió huir enviándose a si mismo en una caja por correo, creo que hasta Canadá.
Foto del río Ohio, que separa Ohio de Kentucky.
Después de esto nos fuimos al centro de la ciudad, al Fountain Square, donde había una fiesta de Salsa. Justo hoy había una congregación de profesores de español, más de 800 profesores, que habían ido allí para corregir exámenes de español de todos los Estados Unidos durante 3 ó 4 días. Nos hicimos amigos de unos cuantos y nos quedamos tomando unos potes con ellos. Luego nos llevaron a su hotel donde continuamos la fiesta un poco más.
Es día de relax para mí, así que no he hecho gran cosa, pero eso sí, por la tarde fui a dar una vuelta por el rancho en el caballo, de despedida, porque al día siguiente nos vamos a otro Estado más al oeste.
Éste soy yo galopando, ya parezco pro.
A las 12 del mediodía salimos de Hillsboro y nos dirigimos al oeste, pero sabemos que tenemos mucho recorrido. Nuestra meta de hoy era St. Louis, en el estado de Missouri, pero después de poco más de 9 horas de viaje decidimos parar un poco antes de llegar, porque encontramos un hotel más barato en un pueblo no muy conocido, Okawville. El recorrido eran creo que cerca de 500 millas, y cruzamos casi 2 estados, Indiana e Illinois.
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Ya hemos tenido que cambiar una hora el reloj, cuanto más al oeste, menos horas, en vez de llegar a las 9 eran las 8, jejeje.
Si, Itziar, he recogido alguna piedra para llevarte….
El hotel era uno de la cadena Super8, que debe ser conocido aquí. Cenamos medio bocata en el Subway y a dormir, que estábamos un poco «reventaos».
Después de desayunar en Okawville, en el estado de Illinois, fuimos a St. Louis, Que estaba sólo a 40 millas, en la entrada del estado de Missouri.
Lo primero que se ve cuando te estás acercando es el arco, el gran arco de St Louis. Fuimos directamente allí para verlo y es enorme. Es el monumento más grande de Estados Unidos. Mide 630 pies, casi 200 metros de alto.
El monumento representa la «puerta» que cruzaron miles de personas que se dirigían al oeste en busca de las nuevas tierras. Gateway Arch.
Maqueta del arco en St Louis
Vista de la ciudad de St Louis desde el Gateway Arch
Vista del río Mississippi en St Louis, frontera entre Missouri e Illinois
Fotos de dentro del Gateway arch.
Representación del diseño del arco del paso.
Realmente era impresionante ver el arco. En las fotos no sé si se puede apreciar la magnitud, pero ya te digo yo que era impresionante. Un arco que se puede ver desde cualquier parte de la ciudad.
Qué ignorancia la mía, que no sabía de la existencia de este arco, siendo uno de los monumentos más grandes del mundo.
Vídeo del arco, su interior y vistas desde arriba:
Después del Arco del paso, fuimos a la zona antigua de la ciudad. Era un lugar muy bonito y con un aspecto entrañable, limpio y tranquilo.
Allí nos quedamos a comer en un restaurante, y después nos fuimos a conocer un poco la ciudad, pero no pasamos del parque Kiener Plaza.
Era un parque muy grande y cuidado, con una fuente en cascada.
Un poco más adelente, en la misma plaza había un espectáculo de cante y baile de aficionados jóvenes de la ciudad. Había algunos grupos que no lo hacían nada mal, la verdad. (futuros artistas).
Un pequeño dato que me fijé es que entre los artistas y el público, durante más de una hora que stuvimos allí, los únicos blancos que había eramos Angie y yo. No entiendo por qué, pero así era.
Después quedamos con unos desconocidos para dormir en su casa. La cosa es que hay una página web, couch surfing, que es para conocer gente que presta su casa para dormir, a viajeros como nosotros, Couch surfing es como «de sofá en sofá» y así la gente puede viajar por el mundo un poco más barato. Angie escribió a tres en St Louis, y dos de ellos la llamaron ofreciendo su sofá. Fuimos donde el primero que nos llamó, Travis, en un barrio las afueras de St Louis. Los barrios aquí no son como los que conocemos, son casitas de dos pisos bien puestas y con enormes sitios para aparcar.
Pues quedamos con él en su casa. Allí estuvimos hablando unas horas (la verdad es que yo no podía hablar mucho, porque aún me falta un poco para dominar el inglés) Travis y su novia estaban todo el rato con el ordenador, hasta que yo cogí en mío y ya éramos tres con el portátil en las piernas. Fuimos al supermercado (aun siendo domingo) a por algo para cocinar, cenamos, y a dormir. Nosotros pagamos la cena y nos ofrecimos a cocinar, en agradecimiento a la estancia cedida (Bueno, cocinar, más bien Angie, porque yo no soy muy bueno en las artes culinarias)
Angie durmió en el sofá y yo en el suelo con un par de mantas canajas y un cojín un poco cochambroso y mugriento.
Por la mañana, a partir de las 8 y media salimos, que Travis se tenía que ir a trabajar. Cogimos carretera y adelante, que nos quedaban muchas millas por recorrer hoy. Llovía un poco durante unas horas, a ratos llovía bastante fuerte hasta que cruzamos la tormenta.
Es curioso las normas de circulación que tienen en Estados Unidos, por ejemplo, en autopista o cualquier carretera de dos o más carriles, se puede circular por el que quieras, por lo tanto se puede adelantar también por la derecha, muchas de las salidas de autovía son por la izquierda. En ciudad, cuando tienes el semáforo en rojo pero vas a girar a la derecha, te lo puedes saltar. Si en un cruze, está el semáforo rojo intermitente, hay que detenerse y alternar el paso, uno de tu via, y otro de la que cruza. El límite máximo de velocidad de los camiones debe ser alto, porque van enchufados (y son enormes).
A partir de que salimos de St Louis, ya hemos empezado la ruta 66. La ruta 66 realmente comienza en Chicago, pero nosotros como no hemos pasado por allí, la hemos cogido en St Louis. De la antigua y legendaria ruta 66 sólo quedan unos tramos, porque la mayoría ahora son autovías y tienen otros nombres (como por ejemplo carretera 40).
Después de unas horas por autovía por fin llegamos a nuestro primer tramo de la histórica route 66.
Allí, en Lebanon, encontramos el famoso motel Munger Moss, que habíamos leido que está abierto desde 1971 y lo regenta la popular Ramona Lehman.
Pues entramos al motel a ver que había. Qué sorpresa que nos encontamos a la mismísima Ramona en el mostrador.
Estuvimos hablando con ella un buen rato, y realmente es encantadora. Muy simpática, y después de hacerme la foto con ella me regaló un beso y una postal. Nos quedamos encantados con ella.
Continuamos nuestro viaje por la ruta 66. Carretera de dos sentidos, con larguísimas rectas y todo llano. Bueno, llano, lo que es llano, no del todo porque casi continuamente había pequeños desniveles que no dejaban ver el horizonte, no se si me explico, un poco hacia ariba y otro poco hacia abajo, pero casi llano. No tengo foto porque conducía yo.
Llegamos a Kansas y continuamos. El tramo de Kansas que cruzamos no era muy grande, por lo que pronto llegamos a Oklahoma.
En Oklahoma, y cerca de nuestra ruta nos desviamos un poco para ver un parque con unos tótems, que realmente no tenía gran cosa mas que unos cuantos monumentos tipo tótem construidos especialmente para ese parque.
Un detalle muy curioso es que nos fijamos que la tierra en Oklahoma es roja, pero lo que se dice roja. Un contraste total con el verde de la hierba que crece en ella. Hoy no tengo foto pero pronto pondré alguna foto de la tierra.
Nuestro destino de hoy era un camping que está al norte de Oklahoma City, y nos dimos prisa para llegar antes de que anochezca, y así fue, montamos la tienda de campaña justo con las últimos rayos de luz del día. Me parece muy barato lo que nos costó 10 Dolares el día.
Me levanto del camping con energía a primera hora de la mañana. IIIIIIIIHHHAAAAAAAAA !!!!!!!
Hoy toca visitar la ciudad de Oklahoma city.
Fuimos al centro y entramos en el capitol, que es el gobierno del Estado de Oklahoma donde está el tribunal supremo y el gobernador que no recuerdo cómo se llama, y eso que casi me cuelo en su despacho. (los trabajadores de las oficinas de allí me vieron haciendo una foto por fuera de los despachos del gobierno y me invitaron a entrar en las oficinas, pero no me dejaron entrar hasta el mismo despacho del gobernador que estaba viendo allí mismo).
Visitamos algunas cosillas más y luego nos fuimos a una zona de restaurantes, y entramos en un restaurante Vietnamita a comer.
A la tarde fuimos a Bricktown, el barrio de ladrillo y allí fuimos a un bar a tomarnos una cerveza fresca y una copa de Yagermeister antes de ir al cine a ver una peli que nos echamos unas risas. Hangover (resaca). Algunas frases que no entendía me las traducía Angie. Era unas risas porque trata de 4 amigos que van a celebrar la despedida de soltero a Las Vegas, y la lian mogollón. Así nos hacíamos una idea para cuando vayamos nosotros a Las Vegas.
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Después del cine, nos separamos Angie y yo. Ella se quedó con el ordenador en el Starbucks Cafe haciendo unos trámites para una amiga suya por internet, mientras que yo aproveché para darme una vuelta andando por la ciudad de Oklahoma. Noté como que había muy poca gente caminando por las calles de Oklahoma, pero bueno, igual es normal, porque todo era a lo grande, era como muy espacioso. Después de darme esa vuelta por la ciudad volví a Bricktown, y entré en el estadio de Baseball. Cuando empezó el partido cobraban la entrada, pero a mitad de partido les pregunté si podía entrar y me dieron paso. Nunca había visto un partido de baseball profesional y la verdad es que fue interesante y el público estaba muy animado.
Un pequeño vídeo del partido de baseball de Oklahoma desde la posición donde estaba sentado.
Otro vídeo más:
Después del camping, nos pusimos al volante y a tirar millas para cruzar Oklahoma.
Allí mismo, cerca del camping, en Arcadia paramos en una gasolinera cercana famosa por la cantidad de refrescos que tiene. Una gran variedad para todos los gustos, más de 200 refrescos diferentes. Como se puede ver en la foto yo me tomé un Leninade.
hmmmm, que ricooo.
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Como ya dije antes, la tierra es muy roja. En los trozos que hay hierba no se nota nada, pero en algunos sitios sin hierba se ve el poder del rojo.
Claro está que cogí una pieda para Itziar en ese mismo sitio.
La tengo bien guardada y etiquetada, espero que no se me pierda, que aún me queda mes y medio de viaje.
Carretera y más carretera. La mayoría de tramos es autovía, pero en otros tramos no hay más que la legendaria ruta 66.
Videos de Angie y yo en la ruta66, en Oklahoma, antes de entrar en Texas.
Otro vídeo más:
Por fin, después de muchas horas en el coche llegamos al estado de Texas.
Ya cuando empezó a anochecer buscamos un sitio para dormir en Conway, pero antes fuimos a ver una cruz no muy lejos de allí. Es la segunda cruz mas grande de Estados Unidos (en su tiempo fue la más grande).
De allí, al hotel Conway Inn, no sin antes ir a cenar al subway, que se está convirtiendo en nuestro restaurante de comida rápida favorito, ya que la comida allí es mucho mas saludable que en un McDonalds por ejemplo.
El hotel Conway inn, al lado de la carretera. Aquí es muy común este tipo de hoteles, que todas las puertas de las habitaciones dan al exterior. El casero era uno de india que lleva el hotel desde hace 35 años, parece un poco zumbado y estaba borracho. Nos lo dijo esta mañana, y que no se acordaba de casi nada de lo que habló con nosotros. Anoche le dijo a Angie que cuando me quedara dormido yo, que se pase por el despacho de él, jajajaja, que fiera. Hoy le decía todo el rato que se casara con él, que tenía terrenos y nosequé más.
Después de dormir en el inn cogimos el coche y fuimos a visitar un cañón que hay aquí en Texas, el cañon de Palo duro. Era lo primero diferente que veíamos, se acabó la llanura. Al menos ahora había un cañón, aunque todo el resto sigue siendo llano, ver las rocas nos daban una alegre vista.
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El cañón era bonito, con su vegetación y su parte de desierto, muy curuiso. Hacía mucho calor, pero a pesar de ello no dejamos de hacer la ruta por las sendas durante 2 horas.
La temperatura era de 109 grados Fahrenheit, equivalente a casi 43 grados centígrados de los nuestros (celsius)
De allí continuamos nuestra ruta y llegamos a New Mexico.
En Nuevo México cogimos todo lo que pudimos de la antigua ruta 66 y allí encontramos pueblos abandonados como Cuervo, este pueblo fantasma. Dentro de las casas, entre lo abandonado, roto, erosionado etc, pudimos encontrar restos de una peluquería, antiguas máquinas de secado de pelo, desguazados y antiguos televisores, camas, armarios, chasis de aquellos antiguos coches, y todo los que nos podía hacer imaginar cómo podía ser la vida de antes allí.
Continuando nuestro viaje por la abandonada carretera, en un momento, el camino se hizo prácticamente intransitable y después de unas millas por la «rota» ruta 66 decidimos coger la autopista, que se nos iba a hacer de noche hasta llegar a nuestro siguiente destino.
Ya al anochecer llegamos a la capilal de Nuevo México, Santa Fe, donde fuimos al International Hostel Santa Fe. Este hostal es curioso para mí, porque es como un hogar donde todo es comunitario, y todos estamos como en nuestra casa, compartimos comida, cocinamos y demás. Algo curioso también es que cuesta 35 dólares, y si no quieres pagar 45, tienes que hacer una tarea de la casa. A la mañana se reparten los trabajos en papeles con las tareas escritas y cada uno elige lo que prefiere hacer, fregar, barrer, limpiar, tirar la basura, recoger etc.
Anoche salimos con nuestros nuevos amigos del Hostal, el Italiano Fabio y el Mexicano Jaime. Conocimos el ambiente salsero que hay por la noche. Cerraron a las 12 pero nosotros secuestramos a un raro y continuamos nuestra propia fiesta.
Foto: Bienve, Angie, Raro, Jaime y Fabio.
Ya por la mañana… a hacer los deberes, jajja. miré las tareas que habian disponibles y me apunté a la de barrer. Barrí el patio interior y el pasillo hasta la salida. No fue gran trabajo pero fue interesante la experiencia.
Más tarde nos fuimos los 4 a visitar Nuevo Mexico, pero la zona al norte de Santa Fe, como a dos horas. Un paraje diferente. Es montañoso y con mucho bosque. Hay que decir que Santa Fe está a 7000 pies de altitud, como a 2000 metros de altitud. A la zona que fuimos está como a 30oo metros y las montañas de allí alcanzan como los 42oo metros, 14000 pies.
Allí estabamos en un mirador en las montañas boscosas. Fabio, Jaime, Angie y yo Ben.
Por la noche salimos por Santa Fe, al principio de trankis escuchando música en directo y luego a otros bares plan disco, con su zona bailable y su zona de cantantes en directo. La noche acabó de fiesta en la casa de uno que conocimos. Billar y todo tenía en la casa!
Santa Fe es una ciudad muy bonita con las casas hechas de Adobe. Es la ciudad más antigua de Estados Unidos y tiene mucha historia, cosa que no la voy a contar aquí.
Ésta es nuestra úlima noche en Santa Fe. Fabio se ha marchado ya. Era un gran chaval. En la sala del hotel hemos conocido a una chica que ha venido hoy y pensaba conocer la zona unos días, pero le ha surgido un problema, que por tema de una tarjeta de crédito no le pueden alquilar un coche, así que está muy tirada en esta ciudad. Después de conocerla unos minutos, hemos decidido invitarla a que se una unos días a nuestro viaje. Le encantó la idea y sin dudarlo se nos unió. Casualmente íbamos a ver Mesa Verde, que es un parque nacional, y a ella siempre le hubiera gustado verlo, así que la coincidencia de no poder alquilar un coche le vino muy bien, y a nosotros también, ya que es una chica muy maja, Lor (Laure) es de Toulousse, francia, pero lleba unos meses viviendo en San Francisco.
En la foto: Angie, Jaime, Lor y yo.
Lor y Bienve.
Por la mañana en la sala del hotel antes de continuar nuestra ruta.
De camino cruzamos Rio Grande, y claro, nos paramos a verlo. Caminando hacia el río nunca había visto tantos saltamontes, a nuestro paso iban saltando como 100 saltamontes a la vez, durante un par de minutos y no quiero exagerar, parecía una plaga.
Paisaje de Nuevo Mexico.
Estación a lo antiguo de Chama, donde había locomotoras a vapor y vagones antiguos en uso, pero es turístico, aunque aún había algunas reliquias en desuso.
Continuamos nuestra ruta y después de muchas millas llegamos a Colorado, buscamos un camping y montamos la tienda justo antes de que anocheciera.
Nos levantamos temprano para ir a ver Mesa Verde, que es un parque Nacional donde hasta los años 1700 o así vivieron unos indígenas que aprendieron a crear sus casa entre los huecos de las paredes de las montañas, donde se protegían y defendían fácilmente de los enemigos.
Pasamos un gran día viendo construcciones antiguas de los indígenas. Antes de hoy yo no conocía Mesa Verde, y es un lugar histórico, qué ignorancia la mía. Mesa Verde es para Colorado lo que Machupichu para Perú.
Anocheció y nos fuimos al camping a dormir.
Continuamos nuestra ruta para continuar viendo pueblos de Colorado, y nos encontramos con estampas como éstas, parece Suiza y es Colorado, a 23 de junio y las montañas nevadas. Es que estamos a gran altitud, como 10.000 ó 11.000 pies (3.000 ó 3.300 m), y las montañas hasta 14.000 pies, como 4.300 metros sobre el nivel del mar. Aún no dejo de sorprenderme de ver nieve el día más largo del año.
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Precioso pueblo Telluride. Aún se conservan antiguos edificios del oeste. Telluride es un famoso antiguo pueblo minero donde miles de personas vinieron a crear fortuna. El pueblo creció rapidísimamente en sus inicios, a finales del siglo 19, y la gran mayoría de personas trabajaban en las minas de oro y plata, donde era muy común los accidentes y las muertes masivas de trabajadores.
En este pueblo se han rodado algunas películas del oeste.
Aquí hay un Free Box. Es un armario en mitad de una calle donde cualquier persona puede dejar lo que no le sirva para que otras personas lo puedan coger gratis. Muy interesante forma de intercambio, aunque en otxarkoaga no creo que funcione.
Yo me cogí 3 CDs, que los 2 primeros que he escuchado no suenan nada mal.
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Fuimos al bosque de telluride donde había instrucciones de lo que hacer en caso de que veas un oso y en caso de que te lo topes de frente. Uff, imagínate qué miedo en las curvas. Allí escalamos un poco por la tierra y anduvimos como 20 minutos, no más, porque empezó a tronar y no queríamos mojarnos. Casi mejor, por si nos encontrabamos con algún oso, jajaja. Lo que sí vimos es un gran ciervo corriendo hacia nosotros. Nos pasó muy cerca y pensamos que tal vez le seguía «algo». no tardamos en pirarmos de allí. Porsiaka.
Luego fuimos en teleférico a las altas montañas y no estuvimos más de 10 minutos porque refrescaba bastante. Toda esta zona es muy famosa ahora por el esquí, y el teleférico nos llevó a otro pueblo creado para el esquí en 1987, Mountain Village, donde lo vi un poco artificial, lleno de hoteles y tiendas de deporte.
A la tarde continuamos nuesto viaje y acabamos en Ridgway donde hay unas termas con camping, (orvís hot springs), donde decidimos pasar la noche.
Foto del pueblo Ridgway. Si cambiamos los coches por caballos, un auténtico pueblo del oeste.
Ya por la noche, después de cenar fuimos a las termas bajo la luz de las estrellas. Apenas había gente, y los que estaban eran nudistas, así que nos animamos los 3 a entrar en una de las temas más grandes desnudos, y la verdad es que se estaba estupendamente. Todo para nosotros. Teníamos nuestro vinillo de estrangis porque no estaba permitido, y más felices!! De pronto alguien nos habla en castellano. Aiba, que sorpresa. Era un Colombiano que estaba solo y le invitamos a venir con nosotros a tomar un poco de vino. A partir de aquí nos hicimos amigos. Se llama Alfredo y ya eramos 2 chicos y 2 chicas, aunque no se si decir 2 parejas, porque esa noche, el único no emparejado fui yo, jejje.
Después de probar varias piscinas termales decidí que ya era hora de irme a la tienda, que mañana será otro día.
No tengo fotos de las termas porque estaba prohibido.
A la mañana nos juntamos los 4 y decidimos que Alfredo nos acompañará unos días en nuestra ruta. Laure se va hoy cuando lleguemos a Durango.
En el hotel conocí a «Pol» (Pablo), que habla un poco castellano, pero me enseñaba bastante bien a decir frases en Inglés. Muy majo él, por eso mismo le hice una foto para recordarle.
Photo: Pol, Angie, Lor y Ben.
Foto: Alfredo, Angie, Lor y Ben.
Nos marchamos los 4 del
camping-hotel-termas y cogimos carretera rumbo Durango, pero parando tranquilamente en algún que otro pueblo. No hay prisa porque el bus de Lor no pasa hasta las 5.45. Fuimos en 2 coches, el de Angie y el de Alfredo. Cuando pasamos por lo alto de alguna montaña de colorado nos topamos con la nieve a la altura de la carretera, así que Alfredo y yo salimos a tocarla. Es la primera vez que hago una bola de nieve a finales de junio.
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Paramos en Silverton a dar una vuelta. Es un pueblo muy bonito como todos éstos de la zona.
Fuimos a la zona de las vías del tren a ver los antiguos trenes con locomotoras a vapor aún en uso, pero sólo vi una hilera de vagones que me parece que estaban abandonados.
Llegamos a Durango (Colorado) y era la hora de la despedida. Lor cogió el bus y ahora sólo quedamos los 3, Alfredo, Angie y yo, pero cogimos los coches y carretera!
Llegamos a Utah! Alias Yuta.
Continuamos un montón de millas más y por fin llegamos a un camping en una zona del desierto bastanle alejada de la civilización, y acampamos de noche.
A partir de las 12 de la noche tuve que buscar algo de cobertura en la zona para poder sellar el paro, ya que ahora se puede hacer por Internet. Encontré una señal debilísima pero me pude conectar y SELLÉ!
En la foto se ve un sitio muy tranquilo y apacible, pero sin la luz del flash eso era bastante tenebroso porque no sabía qué bicho podía andar por estas tierras a estas horas.
Fuimos a un parque nacional más al norte, Arches, en el desierto de Moab, donde pudimos disfrutar de la belleza de las rocas de Utah. Toda una maravilla, donde las rocas a parte de formar columnas también forman arcos.
Fue un día agotador, sobre todo para mi que no paré de un lado para otro haciendo fotos como un loco, es que era tan bonito que no me pude resistir de perderme entre las montañas, escalando o lo que fuera necesario para ver el más bonito paisaje.
Tuvimos que andar una milla y media para llegar al arco, al final de la senda, pero mereció a pena. Estuvimos disfrutando de la zona así que nos entretuvimos más de lo que pensábamos. Tengo que decir que hacía mucho calor. Tanto que a una visitante que estaba descansando a la sombra por el camino le dio un mareo por deshidratación. Menos mal que Angie es Médica.
Tengo que recordar, que los visitantes como nosotros terminaban su recorrido en el famoso arco, pero dejé a Angie y a Alfredo a la sombra del arco, e hice mi propio segundo recorrido extra más allá, donde tuve que escalar sobre esas rocas al borde de los precipicios, por lo que estoy convencido de que los paisajes que yo vi, muy poca gente en el mundo los ha visto. Por ejemplo, desde detrás de la primera montaña, y subido en esa roca se podía apreciar las vistas de la siguiente foto.
Eso sí, admito que fue un poco arriesgado y el regreso al arco fue por la parte de detrás que hay una gran pendiente. Si nos fijamos en la siguiente foto, para volver al arco fui por el «camino» esa de al lado del precipicio (porque no me quedaba otra opción) y luego escalando hasta detrás del arco. Un par de visitantes que me veían llegar desde las profundidades no daban crédito. Me preguntaron si venía escalando desde el fondo del cañón, a lo que les expliqué que no, que sólo este último tramo.
Una vez en el famoso arco, vi que Angie y Alfredo ya no estaban, me habían esperado mucho y creo que sufrían demasiado calor por lo que decidieron regresar. Imaginé que se habían ido y también comencé el camino de vuelta. Después de media hora aproximadamente les di alcance y terminamos el recorrido de vuelta juntos.
Ya sabemos que las armas d fuego son legales aquí en EEUU, y cualquier persona puede tener pistolas, rifles, escopetas, etc. Pues Alfredo se trajo consigo un armamento.
Fuimos a un descampado lejos de todo para no correr riesgos y practicamos a pegar unos tiros a unas latas y botellas.
El primer arma con el que probé a tirar fue con una metralleta, pero no le pusimos el cargador de 30, por lo que tirábamos de una en una.
No se me dio muy bien.
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Luego disparamos con un arma de francotirador y con éste sí se me dio bien. Allí tirado en el suelo y con una mira telescópica muy potente, acerté a la primera a un palito fino como un dedo a 2o o 25 metros de distancia.
Para ser mi primer disparo de francotirador no está mal. Tenía hasta puntero láser.
El tercer arma era una pistola de calibre 45, destocé la botella también a la primera. Es que estoy hecho un fenómeno.
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A la mañana nos hemos levantado pronto porque Angie y Alfredo han decidido hacer paracaidismo. Yo me lo he pensado bien, y aunque no es muy caro, 200 dólares, prefiero ahorrármelos, aunque me quedo un poco con las ganas.
Cuando vinieron me contaron lo bien que les fue saltando desde el avión. A Alfredo le grabaron un video, que se lo mandarán a casa.
Mientras tanto yo aproveché la mañana para ir al pueblo mas cercano, casi a 40 millas, algo más de 60 kilómetros para encontrar cobertura y hacer alguna llamada. Ya de paso me compré unas barritas de beef jerky para desayunar. Beef jerky es como trozos de ternera curada seca como si fuera jamón muy típico de los vaqueros de hace más de 100 años.
A la tarde, nos despedimos de Alfredo que volvía a Ridgway, aunque él vive en Los Angeles, estaba con unos amigos allí.
Angie y yo continuamos nuestro viaje y por fin llegamos a Arizona.
Continuamos un montón de millas más porque no encontrábamos un pueblo con algún hotel medianamente barato, así que llegamos a Flagstaff, un pueblo bastante grande no muy lejos del Gran Cañón del Colorado donde iremos en un par de días.
Aquí en Arizona hemos tenido que cambiar otra vez la hora al reloj. Arizona en verano tiene el mismo horario que Los Angeles, es decir, 9 horas menos que en el estado español. La anterior vez que cambié el horario fue al entrar en New México.
Ayer estuvimos todo el día en Flagstaff tranquilamente y de compras preparándonos para ir al Gran Cañon del Colorado.
Hoy iremos al Gran Cañón a verlo, pero mañana volveremos a acampar. Acamparemos en la parte de abajo del cañón, cosa que no todo el mundo puede hacer. Hay que pedir una solicitud con mucho tiempo de antelación y sólo aceptan al 50 porciento.
No será una travesía fácil. Para bajar al gran cañón tendremos que recorrer 9,5 millas, como 15,5 kilómetros. Todo será descenso y haremos un desnivel de 4460 piés, como 1360 metros. Toda una azaña. Hay gente que ha muerto en el intento.
Dormiremos 2 noches abajo a lo más silvestre posible, y lo peor es subir, que son esos 15 kilómetros pero con una enorme pendiente, se calcula que podemos tardar en subir 9 horas.
Yo estaré incomunicado estos días, así que si no hay noticias no es que me haya muerto, que creo que aún no me ha llegado mi hora.
Me despido, y ya contaré después del Gran Cañón del Colorado (No es que esté en Colorado, está en Arizona, pero por allí pasa el rio Colorado)
Hoy hemos venido al cañón del colorado a acampar arriba para prepararnos para el descenso.
Por el camino hemos visto un elk, que pacía tranquilamente al lado de la carretera. Un elk es un Alce, como un ciervo muy grande y enorme cornamenta. La gente paraba con los coches y se quedaba haciendo fotos. Cómo no, yo también me paré a hacer fotos, cosa que no conseguí ninguna buena. Me acerqué mucho para hacer fotos y la gente me decía que no me arriesgase tanto, que me alejara, que era un animal muy antipático y peligroso. La verdad es que era enorme, y como tenía aspecto de simpático, no daba miedo, pero me gustó estar tan cerca de ese animal que en ese momento no sabía si era un reno o qué.
Un vídeo un poco malo sí logré.
El cañón es precioso, emorme. De un lado del acantilado al otro hay como 13 millas, una pasada, y de profundidad como una milla.
Hemos disfrutado de las maravillosas vistas y también he hecho un poco el cabra como de costumbre bajando escalando un poco por el cañón, en las partes fáciles, claro, y subiéndome a rocas lejanas y altas ante la espectación del resto de turistas.
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Dormimos en el camping de arriba del gran cañón y nos levantamos a las 4 de la mañana para coger a las 5 el bus que nos lleva al inicio del sendero de descenso. Empezamos el descenso sabiendo que nos iba a costar mucho esfuerzo y tiempo. Ibamos a estar 3 días y 2 noches. La primera noche la pasaremos abajo del todo, cerca del rio Colorado. El segundo día ascenderemos 5 millas por otra ruta y acamparemos esa noche allí, y el tercer día recorreremos las restantes 5 millas para llegar arriba de nuevo.
El descenso es de 7 millas, como 11,2 kilómetros. Se hizo muy duro porque el desnivel el grandísimo, más de 1500 metros (en vertical), así que las piernas se nos cargaban en cada paso.
Llevamos nuestras mochilas equipadas con la tienda de campaña, esterillas, algo de ropa y comida suficiente, incluyendo comidas energéticas y unos cuantos litros de agua, que en todo el recorrido no hay fuentes. Algo de comer que nos ha sido muy útil para el camino es beef jerky y turkey jerky, que es pavo curado. Esto nos viene muy bién porque contiene bastante sal, que es muy necesaria al hacer mucho ejercicio, puesto que nuestro cuerpo pierde sales con el sudor.
Media hora después de comenzar el descenso se empezó a notar el sol, que nos acompañó hasta abajo. El sol es abrasador, y cuanto más abajo llegábamos más caluroso se ponía. El camino parecía interminable, pero sabíamos que tarde o temprano llegaríamos a nuestro destino, lo más profundo del gran cañón. Por el camino nos encontrábamos con otras personas que también bajaban. Algunos con mochilas para acampar como nosotros, y otros sin mochilas para bajar y subir el mismo día.
No es recomendable caminar entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde, por el fuerte sol que hace, pero nosotros no nos ibamos a parar, porque estábamos deseando llegar, así que 6 horas después, sobre las 12 llegamos. Lo primero que vimos fue una playa del rio Colorado, una apertura del rio donde no hay corriente (boast beach), donde no pudimos resistirnos a refrescarnos. Allí cerca estaba el camping.
La temperatura allí abajo era de 44 gados a la sobra y 49 grados al sol, así que nos tiramos un buen rato metidos en el arroyo del camping, debe de ser un afluente del Colorado.
Estando a la sombra, que ya hacía calor, sólo hay que imaginar cuando soplaba el viento y nos traía aire todavía más caliente proveniente de las zonas soleadas. El viento no era solución para el calor.
Allí dentro del camping se paseaban los ciervos y bebían del arroyo, normal, estamos en su terreno, pero si nos acercábamos mucho huían, claro.
Lo que sí había mucho eran ardillas, tanto por el camino como en el camping, llegaban a ser hasta pesadas todo el día a nuestro alrededor para ver si nos dejábamos algo de comida.
Allí en la zona me fui a explorar los elrededores, y anduve como un par de millas más. Me eché la siesta a la tarde, y una hora después ya empalmé con la noche, estaba reventado. Hay que decir que aquí anochece como a las 19.40 y amanece sobre las 5 y poco.
Madrugamos bastante para comenzar el ascenso del Gran Cañón. El ascenso lo repartiremos en 2 tramos de 5 millas cada uno, entre hoy y mañana.
A pesar de madrugar mucho, el sol empezó temprano a pegar fuerte. El ascenso empezó a ser agotador, y como dice la estadística, la media de velocidad de ascenso fue de 1 milla por hora así que despues de 5 horas llegamos al camping, donde el arroyo no era tan grande, pero suficiente para poder referscarnos.
Durante el trayecto de subida nos topamos con las mulas de carga que traían suministros a los campings. También había mulas que transportaban a los más vagos que no les gusta romperse las piernas caminando como nosotros.
Ya en el camping de mitad del trayecto tuvimos tiempo de sobra para reposar y visitar un poco la zona. Yo fui a ver la puesta de sol a un acantilado a milla y media del camping, así que despues de las 5 millas de subida aún tuve fuerzas para recorrer 3 millas más, pero aseguro que mereció la pena, pude ver el río Colorado por última vez, donde tomé las fotos, esa del cañón con el rio, y esa que se me ve de cerca entre las montañas.
Hoy sí que notaba las piernas bastante más cansadas, pero el reto de bajar y subir el gran cañón es más importante que el dolor de piernas.
Hoy es nuestro segundo y último día de ascenso del Gran Cañón, así que decidimos madrugar mucho para que no nos pille tan fuerte el sol. Nos levantamos a las 3 y media de la mañana y comenzamos la segunda parte del ascenso con las linternas, pero pronto llegó la luz del día con el consiguiente calor.
Unas cuantas horas después, tras sudar el camino, llegamos a la cima como auténticos campeones.
En estos días habíamos consumido prácticamente toda la comida que llevábamos, así que contentos por haber calculado bien, y contentos también por haber logrado la azaña de descender y ascender el Gran Cañón del Colorado.
Antes de comenzar el descenso nunca se me hubiera ocurrido que bajar al fondo del Gran Cañón fuera a ser tal azaña, pues viéndolo desde fuera y sin pensar mucho, uno no se puede imaginar la inmensidad de esta zona. Es algo grandioso que uno sólo puede darse cuenta viéndolo aquí en persona.
Resumiendo, ha sido una gran experiencia, que me gustaría repetir, aunque sé que posiblemente sólo lo haré una vez en la vida (logrado y satisfecho).
Una vez ascendido el gran cañón nos duchamos, comimos y cogimos el coche para continuar nuestra ruta estadounidense. Decidimos ir a un pueblo que el parecer es el centro de energía espiritual de Estados Unidos, Sedona. Desde tiempos remotos, las creencias populares han considerado Sedona como el Vortex, el punto donde se concentra la mayor energía, y cómo no, teníamos que ir a sentir la «fuerza» en este pueblo.
Nos dejamos llevar por «el corazón» para encontar «la paz espiritual», y así fue, con toda la calma del mundo nos hicimos con información de los puntos de interés de Sedona y fuimos a visitarlos.
También el hecho de buscar hotel para dormir fue toda una coincidencia ya que son bastante caros, pero una cosa tras otra logramos encontrar por casualidad el más económico y no sabemos si fue cosa de destino o nuestra energía positiva que nos hizo ese favor.
Hay que ver, hasta parece que creo en estas cosas, jejeje.
A la tarde decidimos ir a un centro de meditación. Yo personalmente no estoy muy convencido, y todos estos sitios me parecen un poco «sectas», pero me pareció interesante ver cómo funciona por dentro.
Eran las 19.00 y fuimos a la iglesia de la «Unidad» donde meditan casi a diario. Nada más llegar nos recibieron con un caluroso abrazo. Angie y yo eramos los nuevos, todos ya se conocían y nos sentamos en círculo. Había 24 sillas mas la del predicador. En aquella «iglesia» de madera eramos como 19 personas, la mayoría mujeres. Todo comenzó con una música muy relajante, todos sentados con los ojos cerrados y relajados, algunos con las piernas cruzadas y la mayoría con las manos en posición de meditación, así como con los dedos hacia arriba. Se respiraba un ambiente muy tranquilo mientras sonaba aquella música y el predicador comenzaba a hablar con esa voz «atrayente» a través de un micrófono inalámbrico. En unos minutos se terminó la música, y el predicador se levantó para continuar con la charla.
Tranquilamente se acerca a mí y me pregunta el nombre. Le digo «Ben», y empieza a hablar de mí poniéndome de ejemplo en su predicación. Vuelve a mí y no sé qué me pregunta que no fuí capaz de entender. Se quedó detenido esperando mi respuesta y todo el mundo mirando. Angie vino en mi rescate y dijo que no estaba entendiendo muy bien el idioma. Entoces todo el mundo empezó a reir y el predicador dejó de utilizarme de ejempo y continuó con la charla que duró casi dos horas. No tardó mucho en sacar el tema que yo ya estaba esperando. Comenzó a hablar del dinero. «El dinero hace el dinero» y así todo el rato, que el dinero hay que compartirlo para poder lograr más dinero. Bueno, en pocos minutos ya estaba diciendo que debíamos dar un 10% de nuesto salario a quien más nos ayudara en la vida. No se yo si nos estaba diciendo que se lo dieramos a él, puesto que nos dio un folleto donde podíamos firmar un compromiso de donar el 10% este més. Claro que me guardé el papel de recuerdo. Hizo ronda de preguntas, y quienes no estaban muy convencidos y hacían preguntas sobre sus dudas, el predicador, con sus sabias palabras llegaba a convencerle a él y a todos los asistentes, y después preguntaba ¿duda resuelta? y el «dudoso» con una sonrisa y satisfecho: «sí». Todo terminó con un abrazo en conjunto entre los asistentes , y cuando pudimos pillamos puerta, que dos horas habían sido suficientes.
Carretera y carretera, un montón de millas y llegamos al Estado de Nevada.
No me lo esperaba pero es que justo antes de entrar en Nevada hemos pasado por le presa Hoover, una de las 7 construcciones humanas mas grandes e importantes arquitectónicamente hablando, al menos eso tengo entendido. Estra presa abastece de agua y electricidad a Las Vegas.
Hemos reservado una habitación en un hotel de Las Vegas para pasar la noche. Es un hotel lujoso en pleno centro, El Excalibur.
Ya en el hotel, tranquilamente nos preparamos para salir a conocer la noche en Las Vegas.
Aquí ya estamos preparados para la noche. Cuando salí de Bilbao no llevaba ropa para salir en este tipo de sitios, así que lo que hicimos fue comprarme la ropa en Sedona. La cosa fue curiosa porque en media hora ya tenía comprado el pantalón, la camisa y los zapatos. Fuimos a una tienda de segunda mano y me probé 6 pantalones, 6 camisas y 5 pares de zapatos. Fue unas risas probarme toda esa ropa. La escena me recordó a la típica imagen de las pelis, que con una base de música, la chica se prueba un montón de ropa saliendo del probador haciendo el tonto con unas pintas extranas… pues en este caso el que se probó un monton de ropa fui yo, y algunas eran realmente ridículas y graciosas. Me lo pasé muy bien en los probadores, y al final no tuve ningun problema en comprarme lo que no me sentara tan mal. Sólo hay que fijarse un poco en los zapatos que llevo.
Vista de nuestro hotel.
Era muy lujoso, enorme, con aparcamientos, casino, piscina, restaurantes, discotecas, hidromasajes , capilla para casarse y un sinfín de lujos más. y todo por el módico precio de 36 dólares, como 28 euros. Normal que fuera tan barato, porque luego el resto del dinero te lo gastas en su casino.
Lo primero que hicimos fue gastarnos un riñón en las máquinas, ruletas, etc, una ruina. Luego fuimos a otros hoteles a conocer un poco la cuidad, que hay que decir que es inmensa, totalmente llena de lujuria y viciosos por el juego y el sexo.
Estuvimos en alguna discoteca y por cada trago que tomabas te daban un sablazo.
Por el camino nos hicimos 2 amigos que ni se conocían entre ellos, pero decidimos ir juntos. Angie se fue a dormir y yo me quedé con ellos hasta la madrugada.
Al regreso a mi hotel, la gente seguía viciada en las máquinas, y yo todo el rato con la cámara de fotos registrando todo, hasta que me llegó uno de seguridad y me dijo que no podía sacar fotos a la gente. Yo le dije que no se preocupara, que estaba grabando vídeo. Y me quedé tan ancho.
Hay que decir que la grabación de este vídeo fue a las 9 de la mañana. El casino no duerme.
Llegué a las 10 y media y sólo pude dormir una hora y media antes de desalojar la habitación, pero bajamos a la piscina donde estuvimos un montón de tiempo de relax.
Yo tomaba el sol en la piscina mientras Angie se dejaba los cuartos con el poker.
De allí fuimos a un edificio enorme donde hay atracciones en lo más alto, Estratosfere, pero no pudimos subir porque estaban cerradas por predicciones de un temporal o algo así. Pues como no pudimos subir y nos quedamos con las ganas nos quedamos unos minutos perdiendo más dinero en el black jack de ese hotel.
Ya se nos hacía tarde y la carretera nos esperaba, así que cogimos el coche … carretera y manta!
horas y horas al volante. De camino pasamos por una carretera con un nombre un poco peculiar.
Ayer condujimos hasta casi las 12 de la noche, pero por fin llegamos a Los Angeles, California. Vamos directamente a casa de Alfredo, que nos invitó muy amable e insistentemente. No hicimos más que hablar un rato y a dormir, que estábamos muy cansados. Yo dormí en el sofá, y realmente es en el sofá que más a gusto he dormido jamás.
Hoy es 4 de julio, el día de la independencia estadounidense y todo el mundo lo celebra a lo grande. Ya desde la mañana la gente está bebiendo, haciendo picnics y barbacoas en las playas, haciendo fiestas en las casas y demás.
Primero fuimos a casa de un amigo de Alfredo, que tenía montada una fiesta en su casa, al lado de la playa. Todo un lujo.
Hay que fijarse en el policía, qué majo, estaba feliz. Todos aparcabamos mal y no decía nada, es más, puso la sirena para que dos borrachas entraran en bici a la casa y que todos miráramos. Luego las chicas se montaban en su moto y él todo feliciano. Me parecía el típico poli de broma, como si fuera un disfrazado, qué risas.
Allí en la casa teniamos bebida, comida de barbacoa, tacos y demás.
De allí nos fuimos a otra casa de otros amigos de Alfredo, con los que estuvimos toda la noche.
Salimos por los bares, fuimos a ver los fuegos artificiales de la playa, etc.
Estuvo bien la noche con esos amigos, y a última hora nos quedamos en su casa vacilando un poco hasta que llegó la hora de dormir y allí nos quedamos en el suelo y los safás 5 «okupas». A la mañana cogimos el coche y nos fuimos a casa de Alfredo, desde donde estoy escribiendo ahora esto.
Por la tarde hemos ido Angie, Alfredo, su amiga Jenny y yo a Santa Mónica, una de las ciudades com playa mas bonitas de Los Angeles, o al menos de las más turísticas. Aquí es donde se rodaba Los vigilantes de la playa.
Lo pimero que vimos fue la calle tercera promade street, los angeles bulevard. Se me recordó a las Ramblas de barcelona en cuanto a espectáculos callejeros, pero mucho menos. Es una calle muy turística y me llamó la atención los bailes en la calle de todo el que quiera participar.
Fuimos a la zona de la playa, al embarcadero ese o malecón, (pier).
Había un restaurante de gambas, Bubba Gump, que el nombre viene de la película Forrest Gump.
Allí, en el malecón está el pacific park, una pequeña zona con atracciones, con una noria, montaña rusa y unas cuantas cosas más. Montamos en la montaña rusa, West coast, roller coaster.
Fuimos a la playa y Alfredo y yo estuvimos haciendo un poco el mono por la cuerda esa. Luego se empezó a hacer de noche, cogimos el coche y para casa.
Hoy hemos ido a Hollywood a visitar el paseo de la fama, pero antes nos hemos acercado al símbolo de 
en la montaña.
El paseo de la fama se llama Hollywood bulevard y hay pero que muchas estrellas con los nombres de los famosos. Al lado del teatro chino estaban las míticas huellas de las manos y pies de unos cuantos famosos.
Allí cerca estaba la estrella de Michael Jackson, que no dejaba de recibir visitantes, debido a su reciente muerte (mañana será su funeral aquí en Los Angeles).
Fuimos a comer una hamburguesa a un restaurante que es una cadena muy conocida en USA, Hooters, que significa tetas, donde todas las camareras están buenísimas y visten un uniforne que bueno!. En esta cadena de hamburgesas contratan a las chicas por estar buenas y tener buenas hooters. De vez en cuando, se echaban un bailecillo todas juntas.
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La foto de esta estrella es un regalo para pelos. Espero que te guste.
Después, ya de noche nada más atravesar Sunset Bulevard (una calle llena de bares y sitios para salir muy famosa) pasamos por Beverly Hills, una zona muy lujosa y pregunté por 90210, recordando los tiempos de la serie Sensación de vivir, y al parecer es un código postal de Beverly Hills.
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Hoy no voy a poner muchas fotos puesto que mi día ha sido más de hacer vídeo, aunque puedo contar con letras resumidamente lo que ha sido el día.
A media mañana, y sin esforzarnos en madrugar, Angie y yo hemos ido a la playa de Venice. Venice beach, en Los Angeles. Hemos caminado por el paseo marítimo viendo a toda esa gente que vende artesanía y pide dinero. También hemos visto muscle beach, que es una zona de la playa que todos hemos visto en las pelis donde los cachas se exhiben en un gimnasio playero levantando pesas y haciendo flexiones. En el paseo hay chicos y chicas patinando, en rollers, skates, bicicletas, etc, surferos, personajes callejeros y peña disfrazada para todos los gustos. Venice beach tiene un paseo muy largo, que lo dejamos para irmos a tomar el sol. La playa es muy ancha, por lo que anduvimos un buen rato por la arena hasta la orilla. Hay que decir que el agua del oceano pacífico esta fria fria, por lo que me dediqué más tomar el sol, casi dos horas, por lo que ahora estoy cangrejo.
Después de comer, continuamos de vuelta por el paseo y conocimos a un artista mexicano que vendía sus pinturas. Eran calaveras artesanales pintadas con el arte de este pintor. Fuimos a la tiendita y le invité a una cerveza, claro que para beberla en la calle, donde su puestillo callejero, teníamos que meter las bebidas en una bolsa de papel.
Nos sentamos con él en su puestillo ayudándole a vender durante media hora. Nos hemos convertido en vendedores hoy. Angie atraía a la clientela en inglés, y yo espantaba a los hispano-parlantes diciendo: Calaveras de la suerte!!!
Se acercaba la gente, pero en ese tiempo, entre los 3 sólo vendimos un cuadro.
De allí nos fuimos a una fiesta couch surfing en la casa de uno de ellos. Eran personas que había conocido Angie mediante la página de couch surfing, y nos amimamos a ir. No eramos los únicos nuevos que íbamos hoy, y en total fuimos mas de 20 de muy diferentes países de origen. Yo me desenvolví bastante bien en inglés con ellos, y me sentí muy a gusto.
Allí conocí a Linda. Una chica encantadora que me gustó y que en ese momento me pareció la chica de mis sueños. Muy simpática, inteligente y divertida. Congeniamos rápidamente y fuimos un rato afuera a hacernos fotos saltando. Estuve un rato con ella en la cocina y me enseñó a hacer crepes para la fiesta.
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Hoy ha sido un día extraño de no hacer mucho. Ibamos a irnos hoy, pero hemos pospuesto nuestra salida por dos motivos, porque Angie se encontraba un poco mal (Una jaqueca extraña) y porque así podía ver a Linda, la chica de ayer, por última vez.
Estuvimos Angie y yo en casa de Alfredo pasando las horas a ver si mejoraba, pero nada. Llamé a Linda para quedar por la tarde y quedamos para cuando ella saliera de trabajar. Ella vive en un grupo de viviendas con un alto contol de seguridad, y me mantuvieron en la entrada parado con el coche un buen rato tomando mis datos y preguntándome algunas cosas hasta abrirme la barrera. Estuvimos en casa charlando un buen rato muy agradablemente, pero no salimos a tomar nada fuera porque ella trabaja mañana. Bueno, al menos estoy contento de haberla visto un poco más.
Mañana Angie y yo nos vamos de Los Angeles y ya no tengo el Internet vía móvil, así que posiblemente actualizaré menos. y me enrollaré bastante menos, jejej.
Hoy nos hemos ido de casa de Alfredo, que ya llevamos muchos días. Adiós a Los Angeles. La ruta 66 que comenzamos hace ya unas semanas desde St Louis, podemos decir que la hemos terminado hace 3 días, cuando fuimos a Santa Monica, porque la ruta termina justamente allí, en el malecón donde están las atracciones.
Para despedida de Los Angeles he preparado un pequeño vídeo de 50 segundos sobre la playa de Venice Beach, donde estuvimos antesdeayer y me dediqué más a grabar unas tomas que a la fotografía.
A unas horas de Los Angeles está Hesperia, un pueblo en el desierto, bueno, se puede decir que aquí todo es desértico, pero una de las cosas que caracteriza a este pueblo es que hay unas aguas termales entre las montañas aquí cerca que decidimos visitar.
El río de aguas termales está en el territorio de un particular, por lo que cobra 5 dolares por entrar. Para llegar al rancho, bowel ranch, tuvimos que salir de la carretera asfaltada, y circular por una carretrea de tierra seca y arena durante casi una hora, contando que había cruces no señalizados y nos perdimos un poco. Nos metimos en algunos caminos donde no sé ni como pasó el coche. Unos baches en el camino enormes, y yo haciendo piruetas con el coche a uno por hora para no comerme todos los bajos.
Una vez en el terreno de las «hot spring», aguas termales, aparacamos el coche y comenzamos a caminar.
Nos dijeron que era una milla y media, pero tardamos más de una hora en llegar, así que seguro que era más. Ese tereno está plagado de serpientes de cascabel y teníamos que andar con mucho cuidado, que podíamos encontrárnoslas en el camino. Así fue. vimos dos sermpientes en el camino, una de ellas era bastante grande y calculamos que mediría 1.5m ó 2m, Estuvímos mosqueñandola un rato con un palo, con el consecuente riesgo. Te das cuenta del peligro más tarde al pensarlo, además una mordedura de una serpiente cascabel tan grande puede ser muy peligrosa, ya que estábamos a mucho camino andando de cualquier sitio y no había cobertura de teléfono. Después de vacilar con las serpientes continuamos bajando hasta las temales, que era un río que manaba de la tierra, agua caliente, donde estuvimos hasta que comenzó a anochecer. Luego nos tocó volver una hora y media a oscuras y de vez en cuando se escuchaban a las cascabel. Temimos perdernos porque no había sólo un camino, pero nuestra buena orientación nos llevó hasta donde teníamos en coche. Pues ya era tarde y decidimos montar la tienda de campaña y quedarnos a dormir allí mismo. Allí, entre el coche y la tienda de campaña, donde cenamos un sandwich de crema de cacahuete con mermelada había huellas de serpiente. Es que no nos libramos ni una, están por todos los sitios. Menos mal que no somos miedicas, si no, no nos quedamos, aunque por la noche estuvimos oyendo unos ruidos sospechosos que no sabíamos muy bien qué serían. Tal vez ratones de campo.
Dejo un video con imágenes del día.
Ayer hemos venido al parque nacional Sequoia, donde están los árboles más grandes del mundo, las secuoyas. Por el camino era todo desierto hasta que empezamos a subir unas montañas, donde se empezó a notar radicalmente el cambio de vegetación. Empezaba a haber árboles, la mayoría eran pinos, hasta que aparecieron las sequoias. Destacaban por su color rojizo, rectos, anchos y sin ramas cerca del suelo. Aparcamos el coche y fuimos a pasear por los caminos del bosque. Las sequoias son impresionantes, y a su lado somos diminutos. Quería hacer fotos, y no entran en el objetivo, y en las fotos no se aprecia la inmensidad. Las secuoias miden como hasta 85 metros de alto y luego nunca dejan de ensancharse.
Allí está la sequoia General Sherman, que es el arbol más grande en volumen, el ser vivo más grande del mundo, y tiene unos 2.300 ó 2.700 años.
También vimos la Sequoia General Grant, que es la sequoia con el tonco más ancho del mundo, 12 metros de diámetro, y su altura es como de 80 metros o más.
Entre ayer y hoy hemos visto todas estas sequoias. Por la noche nos quedamos a dormir en el camping del parque nacional para pode seguir disfrutando hoy.
Después de dormir en un camping en la costa de California, cogimos el coche y kilómetros para el norte! otras cuantas horas hasta llegar a Monterey, donde fuimos a comer a un restaurante de lujo al fondo del paseo marítimo. (antiguo puerto de mercancías) El pueblo en si no me parece que tenga mucha cosa, pero lo más llamativo y turístico es el puerto, con montón de restaurantes dándote a probar una sopa de almejas.
La verdad es que era bonito, y se veían pasar los pelícanos. Hasta vimos una foca, o no se si era un león marino.
Continuamos el camino, unas horas más hasta la cuidad de San Francisco.
Guau!! estamos en esta gran ciudad, con sus cuestas y su famoso puente Golden Gate.
Hemos dejado el coche en un aparcamiento y después de coger el hotel, nos hemos ido a conocer un poco la ciudad en autobús.
El puente mide 2.7 kilómetros de largo y anduvimos por él hasta la mitad. Cruzarlo entero y volver te puede llevar más de una hora así que con recorrer la mitad ya tuvimos suficiente.
Al día siguiente fuimos a la calle Haight, donde hay un montón de tiendas hippies y de segunda mano. Interesante camino, pero luego cogimos el bus porque se hacía muy largo. Al final de la calle está el parque Golden Gate, donde mucha gente pasea y se sienta en la hierba cómodamente. Anduvimos muuuucho por el parque y no recorrimos ni una cuarta parte. Se estaba muy a gusto allí, pero decidimos volver al centro de la ciudad porque habíamos quedado con un antiguo amigo de Angie, que vive aquí.
Éste es el centro de la ciudad, con enormes rascacielos.
Allí, quedamos con Cristian, el amigo de Angie. Estuvimos en el bar de un amigo suyo, un bar de mucho nivel, Anchor & Hope, y de allí a otros hoteles y bares a tomar algo conociendo el ambiente de un lunes por la noche. Lo pasamos bien charlando. Cristian es un tío muy majo y enrollado, un fenómeno contando sus historias. Así se nos hizo rápida la noche y cuando nos quisimos dar cuenta ya era bastante tarde y hora de volver al hostel.
Me veo en la obligación de contar nuestra impresión sobre el hostal.
Hemos pasado dos noches en San Francisco. El primer hostal era International hostel, muy céntrico en la ciudad. Era el segundo más barato, pero aquí la vida es muy cara. El hostal estaba muy bien, con su hall, sala con sofás, juegos de mesa, muy limpio, amplio y confortable. Por ese precio no estábamos en una habitación solos los dos, sino que la compartíamos con otros dos. No fue demasiado incómodo, salvo que por la noche teníamos que entrar muy silenciosos. Por lo demás, todo muy agradable, e incluso nos hicimos amigos jugando al Jenga. Al día siguiente no quisimos pagar tanto en el hostal así que buscamos el más barato por internet. Cuando llegamos al nuevo hostal, Union Square hotel, menuda sorpresa. Es que ni lo encontramos fácilmente. Está metido en un callejón sin salida. Una recepción canaja en un pasillo estrecho. Todo tenía aspecto cutre y viejo. La habitación también era compartida por 4, y las camas apelotonadas, en una habitación enana, vieja, cutre y maloliente, con una enorme ventana que daba al callejón conde cualquiera puede colarse, ya que estamos en la planta baja. Las vistas eran únicas, vistas a un tejadillo bajo y roñoso y al callejón oscuro y tenebroso. Si alguien es un poco miedica, no te lecomiendo esta habitación. También hay que decir que el edredón, que es lo que nunca lavan en los hoteles, olía un poco asqueroso, pero de alguna manera teníamos que dormir.
A la mañana cuando me levanté conocí en la sala de estar a nuestros dos compañeros de habitación, un francés (Alem) y uno de New Jersey (Brian), con los que estuve practicando mi inglés y echándome unas risas. Más tarde se levantó Angie y nos quedamos en los sofás reposando un montón de tiempo.
He contado muy resumido nuestra estancia en Sanfran. Me contó Alem que alquiló una bicicleta, y me pareció una gran idea para la próxima vez que venga, que ir en coche no es cómodo. Nosotros hemos dejado los dos días el coche en un parking y hemos ido en autobús. El autobús es bastante útil, pero cuesta 2 dolares, aunque tienes como para viajar dos horas y media. También nos hemos movido en taxi.
Ahora toca continuar nuestra ruta.
Antes de marcharnos de SF fuimos a visitar la zona del puerto, que es muy turístico y bonito. Lo vimos un poco deprisa porque se nos hacía tarde para ir al parque nacional de Yosemite.
Tiramos millas y millas, hasta que se nos hizo de noche. No queríamos arriesgarnos a que no hubiera plazas, puesto que por teléfono no te lo decían, 40 millas antes de llegar nos detuvimos en otro camping y pantamos nuestra tienda. Como no había ningun ranger en el puesto donde cobran el camping, nos hicimos los suecos y no pagamos. A la mañana sigiente, nos levantamos temprano y nos largamos, y justo vimos que se acercaba el ranger con el coche a inspeccionar la plazas de camping. Noche gratis.
Unas horas conduciendo y llegamos pronto al parque nacional de Yosemite, alias Yosémeri. Montamos la tienda de campaña y nos fuimos a ver el parque, que es enorme.
Fuimos a visitar la cascada más alta de Norteamérica, la quinta cascada más alta el mundo, con una Caída de 739 m desde la cima hasta el valle. La zona era preciosa, pero había muchos turistas. Más tarde fuimos a ver otra cascada, no tan alta, pero no menos bonita. Para llegar a ella, tuvimos que andar como una milla y media. El último tramo era bastante duro por el gran desnivel, pero hasta allí llegué, arriba de la cascada.
Para ir a cualquier sitio de Yosemite desde nuestro camping (que está en la entrada oeste) hay que ir en coche como entre media hora y más de una hora. Lo normal es llegar a la zona que quieres visitar y luego coger el shuttle (autobus gratuito de Yosemite) que te lleva a diferentes zonas. Fuimos a ver más cascadas y paisajes.
En esta cascada me animé a subir entre las rocas hacia la zona alta, donde el agua caía desde lo más alto y casi no llegaba al suelo, sino que el agua a medida que caía, se rompía y con ayuda del viento de convertía en una fina y continua lluvia muy fresca con la que acabé comletamente calado.
Después de allí fuimos a una zona de Sequoias gigantes.
Muchos conocíamos la historia de ese gran arbol donde por medio del tronco pasa una autopista, pues es hora de desmitificar esto. Este parque es el primer parque nacional del mundo, protegido desde 1864. A partir de entonces empezó a ser una zona turísttica por su espectacularidad de paisajes rocosos, lagos, cascadas, vegetación y enormes árboles. En 1881 hicieron un tunel en un arbol con fines turísticos, donde podían pasar carros de caballos por su carretera de tierra. En 1969, tras un duro invierno, y por la nieve, éste árbol se derrumbó, pero aún se conserva otro árbol con un tunel de la mísma época, en la zona de Wawona, aquí en Yosemite. Este no es el famoso e histórico árbol, pero es el que hay, y por él no pasa una autopista, sino un camino de tierra, que en su época fué carretera.
Después de disfrutar del bosque de sequoias nos fuimos a un punto con vistas increibles. El Glacier point, a 2.200 metros de altitud, Hace 2 millones de años en toda esa zona había un enorme glaciar que abarcaba desde el valle hasta el punto glaciar donde nos encontrábamos.
En esta roca tan bonita y sobresaliente aprovechamos para hacernos unas fotos. Para llegar allí tuvimos que caminar por una zona prohibida donde no había nadie, y nos subimos en una roca que nos gustó mucho. Desde aquí hasta el valle hay una caida como de 800 metros. Menudas vistas, los árboles de abajo se veían miniaturas, realmente impresionante.
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Y yo como siempre, haciendo el tonto en las alturas.
Esta noche pasada he escuchado unos pasos…..
Eran las 12 de la noche y desde dentro de la tienda de campaña pude escuchar unos pasos algo silenciosos que rodeaban la tienda. Parecían pasos humanos, pero un poco más rápidos, y no era ninguna persona porque no llevaba linterna y estuvo merodeando casi media hora. Me pareció escuchar algunos resoplidos y sonidos como gruñidos con tono muy grave, y todo me hacía pensar que era un oso. Tardé mucho en decidirme a asomarme por la puerta de la tienda de campaña porque no quería llevarme el gran susto. Al fin tomé valor y armado con mi puñal y una linterna me asomo y miro a los lados y ya no había nada.
Siempre me quedaré con la curiosidad de qué animal era el que nos rondaba. Tampién podía ser un mapache, pero las pisadas eran demasiado fuertes para un mapache.
Hoy es día de irnos del parque nacional de Yosemite, y de camino paramos a ver algunos paisajes más, en plan de despedida, así que aquí dejo unas imágenes.
Esta última foto es del final del parque nacional de Yosemite, en la zona Este, con una altitud de 10.000 pies, como a 3.000 metros de altitud, y las montañas están a bastante más por lo que están nevadas a pesar de estar en pleno verano a 17 de julio.
Continuamos horas en carretera hasta Lake Tahoe donde vive Susi, una amiga de Angie, y su novio Uttam, con los que hemos quedado para irnos de camping.
Cuando llegamos a Lake Tahoe, fuimos a casa de Susi y Uttam y seguidamente fuimos a la zona de camping, en un lugar remoto que se llama Hell hole (agujero del infierno). Y tanto que del infierno, aquello estaba en el culo del mundo, y aunque pensábamos que estaba cerca tardamos más de 2 horas y media en llegar, entre el bosque y con una carretera inhóspita y llena de baches. Íbamos en rally esquivando los baches, y al fin llegamos al camping. Es el típico camping que no hay nadie para atenderte, que tienes que meter el dinero y tus datos en un sobre e introducirlo en un buzón. En ese camping había muy pocas personas más. Llegamos de noche, así que no tardamos en irnos a dormir,
Al día siguiente fuimos los 4 al lago que había por ahí a tomar el sol y refrecarnos, y después a hacer senderismo dos horas.
Luego llegaron dos amigos más, Susana y Eldon, con los que pasamos la tarde noche en el camping.
Allí en el camping por la noche estuvimos haciendo una barbacoa y bailando con música indú. Más tarde y después de unos buenos jagermeister fuimos por el bosque jugando a encontrar el árbol mágico, jajaja.
A la hora de dormir, Susana no quería dejar a Eldon ir al coche a coger la pistola porque estaba morado. Quería tenerla en la tienda de campaña para defenderse por la noche por si acaso, y al final lo consiguió y durmió con ella.
Al día siguiente, fuimos al lago un rato los 6, y después carretera para Lake Tahoe.
Menudo agujero del infierno que es esta zona de camping. Está a 100 km de la civilicación mas cercana. Sin covertura y con unas carrteras malas, con algunos cruces, todo sin señalizaciones, y fueses a donde fueses todo te parecía igual, así que perderse está asegurado. Era el sitio ideal donde suceden los asesinatos uno a uno de una cuadrilla de amigos en las películas de miedo. Anduvimos perdidos un montón de tiempo para adelante y para atrás, y eso que teníamos gps, que nos quería mandar por caminos forestales cerrados. Toda una aventura, y tardamos en volver a Lake Tahoe más de 3 horas.
Estos 2 días que hemos estado en casa de Susi en Lake Tahoe los hemos tomado como un relax. Ayer ni salimos en todo el día pero hoy sí, a conocer un poco esto.
Hemos ido a ver los lagos y cascadas que hay aquí cerca, y la verdad es que esto es muy bonito. En uno de los lagos había un salto desde una roca de 20 pies (6 metros), y aunque han saltado Angie y Susi, y no me he atrevido y he hecho uno de meno de 2 metros, eso sí, de cabeza.
Por el camino hemos visto un coyote caminando muy cerca de la carretera por la que íbamos, la primera vez que veo un coyote.
Mañana nos vamos Angie y yo, y no tenemos destino fijo, pero eso sí, poco a poco hacia el Este.
Lake Tahoe hace frontera con el estado de Nevada, así que en unos minutos entramos en Nevada. Qué diferencia, nada más ver el cartel de nevada, el aspecto del pueblo cambia. Hoteles… Enormes casinos lujosos, luces… Parece una enfermedad, el juego y la prostitución son legales y están explotados al máximo en cada rincón, sobre todo el juego. Hasta en las gasolineras hay gambling.
Allí, en la capital de Nevada, Carson city, fuimos a un famoso casino que tienen la más famosa y valiosa colección de oro natural. No tiene precio, pero se calcula que la coleccón cuesta más de un millón de dolares. Lo tienen en una vitrina del casino God Nugget. Allí estaban todos los ludópatas jugando, y después de perder un dollar nos marchamos.
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Aprovechando que estamos en la capital de Nevada, Carson city, una ciudad de 35.000 habitantes, la tercera más grande de Nevada, fuimos a visitar algun edificio importante, la Nevada State Legislature, donde visitamos la sala del congreso y la del senado.
Hemos cogido la carretera Hwy 50, que es famosa por ser la carretera más solitaria, y de hecho así lo pudimos comprobar. Esta carretera cruza varios estados, por lo que anduvimos por ella dos días.
Por el camino hay dos zonas con petroglifos que se pueden visitar. Petroglyphs, que son dibujos grabados en las rocas hechos por los prehistóricos que vivieron allí, que datan de 6.000 hasta 10.000 años antes de Cristo. No se sabe muy bien lo que significan dichos dibujos, pero se atribuye a signos hechos por el chamán, y algunos para la fertilidad.
Cuando se nos hizo de noche fuimos a un camping gratuito alejado del mundo. Por la noche pudimos escuchar a los aminales merodeando cerca de la tienda de campaña.
A partir de las dos de la noche empezamos a escuchar aullidos y cada vez mas cerca. Eran coyotes que viven en la zona. En un momento escuché 4 aullidos simultáneos a diferentes distancias. Los aullidos eran continuos y puedo asegurar que uno de los coyotes aullaba desde muy cerca de nuestra tienda (unos metros diría yo). A pesar del miedo o tensión que teníamos, pude disfrutar del sonido, que parecían tonos musicales muy finos y largos. Nunca había escuchado algo así ¡Y tán de cerca!
A la mañana siguiente recogimos y nos marchamos del camping.
En el camino paramos en el pueblo Ely a tomarnos una bebida muy famosa en los años 50 y 60, ice cream floats, que es un refresco en un vaso con helado, que se toma con cuchara y pajita. El bar era auténtico y aún estaba decorado como en aquellos tiempos, con las típicas sillas fijas al lado de la barra, etc. Este refresco se ve bastante en la películas de la época, normalmente lo tomaban los jóvenes. Seguidamente fuimos a visitar un museo de antiguedades.
Luego fuimos a un pueblo donde hay unas cueva con visita guiada. Muy bonita con sus estalactitas y estalagmitas.
Allí mismo fuimos a las montañas más altas de Nevada. En el coche llegamos a una altitud de 10.500 pies, como 3200 metros. Allí subimos más caminando por una senda. Vimos algunos ciervos y las montañas aún con nieve. En este bosque se encuentran árboles vivos como de 5000 años de antiguedad. No son demasiado grandes, pero viejos sí que son, estos árboles viven desde la época de los faraones.
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Continuamos por la Loneliest road muchas horas más. Cruzamos una tormenta del desierto. La tormenta le veíamos a nuestra y izquierda y delante de nosotros como una gigantesca nube de arena que daba miedo. Esta nube la veíamos a muchas millas por delante de nosotros y sabíamos que teníamos que atravesarla. Tardamos más de una hora en llegar hasta la tormenta que cruzaba la carretera de izquierda a derecha. Pensábamos que dentro de la tormenta no se vería nada, pero una vez allí nos encargamos de no abrir las ventanas y no fue para tanto. Tardamos más de media hora en atravesarla, y ya después todo bien. Salimos de la highway 50, loneliest (la carretera más solitaria), y entramos en Utah (segunda vez en este viaje). Ya anocheció y nos fuimos a un camping, la pequeña Sahara, que es una zona desértica, con su arena, dunas, viento, calor, etc. Buscamos el mejor sitio para acampar, fuera de la zona de dunas. Pronto llegó más viento, y tuvimos que atar la tienda de campaña con cuerdas porque salía volando. Pensamos que no seríamos capaces de montarla. Angie estaba desesperada, pero lo logramos. Por este desierto veíamos cruzar las típicas bolas secas del desierto arrastradas por el viento. De la tormenta y de las bolas del desierto no tenemos imágenes, una pena.
Dejo un vídeo resumen de 3 minutos de cómo es más o menos la highway 50. the loneliest road. 2 días por la carretera.
Estas fotos son a la mañana, donde la primera zona que quisimos acampar anoche, pero no lo hicimos porque era puro desierto y con el viento era imposible. Nos hemos levantado pronto y antes de que viniese ningún ranger, nos marchamos sin pagar el camping.
Esta vez es momento de visitar la capital de Utah, Salt Lake City. Hay que decir que el Estado de Utah es el más conservador de los Estados, con unas leyes un poco contrarias a las de su vecino Nevada. Aquí, está prohibido beber alcohol en los bares a menos que seas socio del bar (Angie se hizo socia de un bar para tomarse una cerveza), Antiguamente los hombres se podían casar con varias mujeres por lo que hoy en día todavía se pueden encontrar hombres con 5 mujeres. El estado de Utah, es el estado de la religión mormona con una gran mayoría de mormones. La religión mormona prohibe beber, fumar, el vicio, y también está en contra de los métodos anticonceptivos.
Voy a hablar un poco de la historia de los mormones.
La religión mormona la fundó Joseph Smith en el año mil ochocientos y poco en Ilnois, y cuando empezó a tener unos cuantos adeptos, el estado los consideró una secta y luchó para eliminarlos. Mataron al líder, y entonces 
Brighan Young, (el siguiente líder) huyó de Ilinois con sus seguidores. Algunos cientos de personas, vagaron por las tierras americanas en 75 carros de caballos, hasta que llegaron a una tierra con un gran lago salado, y cerca de algunas montañas. Brighan dijo: This is the place (este es el sitio), y allí creó el pueblo Salt Lake Cicy, que se convirtió en la capital de Utah, estableciendo las leyes del Estado. Desde entonces a Brighan Young se e considera como una eminencia.
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Pues este Brighan Young, que fué el gobernador de Utah, creemos que es el tatara-tatara abuelo de Angie, por lo que la ciudad, a pesar de ser de la religión mormona, la vimos con unos ojos más cercanos.
Allí en la zona de la iglesia, y todo el recinto que se tienen montado los mormones, estaba plagado de misioneros de todo el mundo intentando convertir a los aún no adeptos.
Nuestra estancia en Salt Lake City se centró en el tema mormón, puesto que parece ser lo más interesante que tiene, (sin contar que fue sede de los juegos olímpicos de invierno del 2002.).
Antes de irnos, intentamos la misión mas imposible en Utah, que es intentar comprar algo como una botella de vino. En las gasolineras lo mas fuerte de alcohol que venden es cerveza (y si venden) En los supermercados tampoco venden más allá de cerveza, así que para buscar una tienda de licores nos volvimos locos, encima que perderse en Salt Lake City y alrededores es de lo más fácil. Cuando llegamos a dicha tienda, ya estaba cerrada! La de tiempo que perdimos dando vueltas por la ciudad y alrededores!!!!
Anoche condujimos hasta que entramos en el estado de Idaho y fuimos a un camping a dormir. A la mañana nos marchamos sin pagar como ya es costumbre en nosotros y en no mucho tiempo llegamos al Estado de Wyoming, alias Guayoming, pero antes de salir del estado me acordé de coger una piedra del Estado de «Áidajo» para Itziar.
En Wyoming condujimos millas y millas, pasando por pueblos como Afton, donde se encuantra el puente más grande hecho íntegramente por cuernos de Elk (Alce), dirección el parque nacional de Yellowstone.
Tras cruzar un bosque nacional hemos llegado a Yellowstone National Park.
Este parque nacional es el más bonito de todos los que he visto, es como mágico. En cada momento nos encontrábamos con imágenes increibles, paisajes imposibles, animales salvajes, y todo nos parecía extraño y fabuloso.
Lo primero que vimos fue una zona de géisers, aguas termales en ebullición y fumarolas. Según la temperatura, el agua de las termas cogía un color u otro.
Algunos géisers son impredecibles y estallan cuando quieren, algunos cada minutos, otros días y otros meses. Algunos géisers son más o menos periódicos, como el más famoso, el «viejo fiel» que tira el chorro de agua hirviendo aproximadamente cada 90 minutos.
Este otro géiser estaba a punto de su erupción, pero justo anocheció y nos quedamos sin poder verlo.
En Yellowstone hay un volcán, que la última vez que eruptó dejó una enorme pared en la montaña de rocas volcánicas, negras brillantes, que en algunas zonas formaban cuevas.
Luego fuimos a otra zona de termas y géisers.
Angie soplando un abuelito gigante y yo con una bola de nieve.
A la tarde nos topamos con un búfalo y nos quedamos boquiabiertos de lo enormes que son. Emiten unos sonidos muy graves que asusta sólo de oirlos.
Un poco más tarde encontramos una manada cerca de la carretera del paque nacional. Ya pondré más fotos de los buffalos.
Cuando vimos el primer búfalo nos quedamos como atontados mirándolo. Nos parecía inmenso y sorprendente. Nos dijeron que en estos meses son más agresivos que nunca porque están en celo y cualquier cosa extraña lo ven como una amenaza. Es normal que los búfalos corneen a las personas porque tienen aspecto de tranquilos y pacíficos, pero no es así, además estos animales pueden correr hasta 35 millas por hora, como a 56 kilómetros por hora, 3 veces más rápido que una persona.
Un poco más tarde, y cerca de la carretera vimos una manada de 40 ó 50 búfalos y en ese momento se disponían a cruzar la carretera ante la espectación de todos los que estábamos allí. Detuvimos nuestros coches y la manada empezó a cruzar, y qué casualidad que la gran mayoría cruzaron justo delante de nuestro coche. Formidable espectáculo! Era la primera vez que veíamos búfalos y justo tienen que estar tan cerca!! Nos quedamos encantados.
En Yellowstone no sólo hay búfalos, también hay dos clases de osos, el oso negro y el enorme oso grizzley, pero aunque hay muchos, no hemos visto ninguno. También hay ciervos, alces, y otros tipos de venados, mapaches, puercoespines, mofetas, lobos, coyotes, águilas y muchos más. Hemos visto bastantes de ellos.
Yelloswtone está lleno de parajes que parecen irreales, como los géisers, las rocas volcánicas, cascadas, cañones, gran vegetación…el parque es enorme, que en una semana falta tiempo para poder fisfrutarlo entero. Nosotros hemos estado 3 días y los hemos aprovechado al máximo.
Después de Yellowstone nos dirigimos al estado de South Dakota.
En Dakota del Sur se encuentran unas de las cuevas más largas y complejas del mundo, con cavidades de 192 kilómetros de largo. Dicen que sólo llevan explorados un 10%.
Nosotros anduvimos en un grupo de 9 con una guía durante una hora y media con las luces que utlilizaban hace 80 años. Nuestras linternas eran botes con velas dentro.
Estas cuevas son también famosas por su multitud de «cajas» que son como cavidades de colmenas hechas natutalmete por el desgaste de las rocas.
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Después de las cuevas fuimos al monte Rushmore, con las caras de 4 presidentes de Estados Unidos grabadas en la montaña. La montaña ocupa un espacio de 120 metros de alto y 150 metros de largo. Cada cara tiene 18 metros de alto.
Para realizarlo tardaron 14 años, desde 1927 hasta 1941.
Aquí estamos lo seis: George Washington, Theodore Rossevelt, Thomas Jefferson, Abraham Lincoln, Angela Bolivar y Bienve Ferro.
Antes de hacer la foto me informé de lo que lograron esos presidentes, y no me voy a extender en detalles, así que mejor no cuento nada.
Allí, en el monte Rushmore, mientras buscaba una piedra de recuerdo para Itziar me encontré con unas cabras montesas.
Continuamos la carretera hasta el parque nacional Badlands, Tierras malas. Allí en el national park pasamos la noche y al día siguient fuimos a ver cómo de malas eran esas tierras. El paisaje me gustó mucho y anduvimos por una senda como dos horas antes de narcharnos.
Al día siquiente fue viajar y viajar. Conduje 10 horas seguidas atravesando lo que quedaba de South Dcota y Minnesota entera, y que realmente a Minnesota no le vi mucho de interesante. Me pareció todo igual, y muy llano. Era todo plano hasta 40 millas antes de llegar a Wisconsin, donde hubo algo más de elevación (y porque me estuve fijando)
En Wisconsin no paramos más que para dormir, puesto que ya se acaban los días de mi viaje y tenemos que ir regresando. Dormimos en el camping de un bosque nacional al lado del lago Geneva.
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Entramos por segunda vez en Illinois, esta vez para ir a su capital, Chicago, donde vive Jenny, una amiga de Angie (más de Susi).
Hoy desde la tarde se celebra en la calle una fiesta gay, y decidimos que sería un buen plan para conocer un poco el ambiente en Chicago.
Por las calles había muchos puestillos de artesanía etc y mucha gente. Allí al primero que conocimos es a Pedro, el chico de naranja de la foto.
Mas adelante, en una plazoleta comenzó un concierto que no sonaba nada mal, y que los bailarines daban un espectáculo. Allí cerca la gente participaba en el Twister, el juego ese de poner las manos y los pies en los colores según una ruleta. Todo un show.
Txosnas con bailarines arriba, y espectáculos de transexuales y travestis que bailaban en una tarima aceptando los dolares del público. Esto nos gustó y nos quedamos un buen rato. Allí, entre el público conocimos a un chico bastante simpático, que en un momento debió creer lo que no era y le tuve que decir con educación que «yo no entiendo».
También estaba el juego del «Tiro al positivo». Bueno, yo le llamo tiro al positivo, pero es el juego ese de lanzar una pelota y si aciertas, el chico que está en allí cae a la piscina. Pues resulta que están recaudando dinero para la lucha conta el VIH, y el chico que hace el show y cae en la piscina es seropositivo. A mi, al principio me chocó que un seropositivo estuviera exhibiéndose de ese modo, pero al final lo entendí.
Por la noche fuimos al edificio más alto de Chicago (o uno de los más altos). Nos medio-colamos, porque en lo más alto hay un restaurante, y para subir hay bastante cola, pero al final, sin cenar allí y sin consumir nada disfrutamos las vistas a 96 pisos de altura. Los coches se veian microscópicos. Era impresionante la vista.
La noche acabó bailando en un lugar de nivelazo, pero de estilo creo que marroquí. Un lugar donde suele ir Jenny, pero creo que desde hoy le va a costar volver, ya que ha perdido parte de su reputación, porque casi me echan 2 veces por bailar con todas las chicas, y tuvo que venir las dos veces Jenny para decir que había venido con ella.
Al marcharnos de Chicago, Vimos que Angie se había dejado las llaves dentro del coche por lo que tuve que romper el cristal triángulo pequeño de atras para poder entrar. (Soy una persona experimentada en eso, jejeje)
Como seis horas al volante y llegamos a Columbus, Ohio, concretamente a Pickerington, el pueblo donde vive el padre de Angie donde cenamos unos perritos en la barbacoa del jardín con el padre, el hermano, la hermana y el hijo de la hermana.
De allí a dormir, que a las 3.00 de la mañana nos levantamos para ir a la estación de autobuses Greyhound de Columbus hasta Wasington, que ya se me terminaron las vacaciones americanas.
El Bus de Greyhound tardó casi 12 horas en llegar a Washington DC, pero aún me quedaba 1h 45m para llegar a Union Station. No sé por qué hace una parada de hora y media en una parada de Washington antes de hacer los 10 minutos que quedan hasta la parada de Union Station, así que imagino que más gente haría lo que yo. Salir allí mismo y coger un taxi o el metro. Yo cogí el metro hasta el hotel que he reservado en Circle Dupont, un sitio bastante majo. Eso sí después del metro me tocó andar un buen rato bajo el sol por las calles de Dupont (que es un barrio céntrico) La habitación es compartida con 6.
Deje las maletas y me fui andando hasta la Casa Blanca, donde en ese momento estaba lleno de polis cortando las calles, y justo salieron un montón de coches oficiales escoltados por mucha policía. Tal vez allí iba Obama, quién sabe. De allí fui a la Aguja (el monumento a Washington), Me acerqué un poco al edificio memorial de Lincoln, pero como ya era tarde, al día siguiente retomé la visita.
Después de dormir en el hotel dejé las maletas y me fui a dar una vuelta más por Washington DC, estuve viendo la estatua de Lincoln y después me fui andando hasta el Pentágono, donde hay una zona en recuerdo a los muertos por el 11-S.
De allí volví al hotel a por la maleta y me fui al areopuerto, que a las 17.45 tenía el vuelo.
Cuando ya había factutaro y me dirigía a la puerta de embarque Menuda sorpresa al leer el panel. CANCELADO!!!!! Han cancelado el vuelo porque debe de haber mal tiempo por el camino. La primera escala hasta Toronto.
El siguiente vuelo es al día siguiente a las 13.10. Me tocó quedarme un montón de horas en el aeropuerto. La maleta que había facturado y tuve que estar todo el rato con ella. No había consignas para guardar maletas por temor a los atentados. Ya que tenía tanto tiempo por delante, aproveché, y maleta en ristre, me fui a dar una vuelta por el famoso cementerio de Arlington. Bueno, lo medio-rodeé por fuera junto a centenares de personas más, porque no sé qué pasaba que estaba lleno de militares, no se si de la marina, que la gente se hacía fotos con ellos. Creo que el cementerio había cerrado a las 19.00.
Ya de vuelta a mi hogar, el aeropuerto, me eché a dormir como a las 4 de la mañana y dormí abrazado a mis maletas a ratos como un total de 2 horas.
Por la mañana, después de facturar de nuevo, me escapé rápidamente a la ciudad a dar una última vuelta y a buscar tiendas para comprar algo. Con el tiempo en los talones llegué al aeropuerto justo para la hora de embarque, pero entre una cosa y otra, el avión salió una hora tarde. Una hora y poco hasta Toronto, Canadá, donde estoy ahora mismo escribiendo esperando al siguiente vuelo, que es 7 horas más tarde.
El vuelo a madrid ha sido muy ameno, y he aprovechado para ver dos pelis, que será lo último que escuche en inglés.
Llegué el día 6 por la mañana y en el aeropuerto estaba mi tío Julián esperándome. Allí en el aeropuerto nos quedamos unas horas más mientras intentábamos solucionar los papeleos para la reclamación por el atraso, y de paso, por unos daños que había sufrido mi maleta. Espero que respondan.
El día lo pasé en Madrid con mi tío mientras decidía si finalizaba mi viaje volviendo a bilbao o continuaba unos días más viajando a Benidorm. No me costó mucho decidirme y compré el billete de bus a Benidorm para mañana a la mañana.
No me costó mucho decidirme a ir a Benidorm, porque en este momento allí tengo a parte de mi familia.
Mi tío Julián me acompañó para despedirme en la estación de autobuses de Madrid. Está gracioso con mi sombrero de aventurero.
El viaje de vuelta en el bus se hizo super agradable y divertido. Conocí a tres chicas que se sentaban a mi lado y rápidamente congeniamos. Teníamos los 4 ultimos números de asiento, pero casualmente este bus tenía 9 asientos más detras, así que nos los apoderamos y creamos nuestra zona reservada. Cada uno de nosotros ocupó al menos 2, y fumimos liándola mucho en nuestra zona VIP de 13 asientos. Unas risas! Mientras andábamos de un asiento para otro asiento haciéndonos fotos, el chófer dijo por megafonía: Se recuerda a los pasajeros que deben permanecer sentados en sus asientos. Entonces todos los pasajeros miraron hacia atrás y nosotros escondiéndonos como podíamos. Al final conocimos al chófer y era majo y gracioso.
En Benidorm estaban mi tía Amparo, mi prima Miryam Sonia y mi pimo Jaime. Sin contar que allí viven mi prima Cetty y mi tía Mari Carmen con mi tío Enzo que estaba esos días.
A la noche fuimos todos los primos a celebrar el cumpleaños de Cetty con unas cuantas amigas de ella al bar Manhattan. Nos inventamos un juego de pasarse el muñeco luminoso y bebía el que se le apagaba.
Otro día fuimos a bucear con snorkel a Calpe, todo un lujo porque el fondo se ve muy clarito, y mi reto fue bajar a pulmón como 5 ó 6 metros para tocar el fondo.
Al día siguiente fuimos a Guadalest, que es un pueblito muy chulo con un castillo en la montaña.
A la vuelta de Guadalest, Miryam Sonia cogío la furgonenta mientras Jaime y yo bajábamos en bicicletas. Ya tenía yo el mono de coger una bici.
Es que era igual que en verano azul, pedaleando felices por la carretera.
Llegó Ana de Bilbao y yo ya me tenía que ir en unos días, pero aprovechamos para ir a algunos sitios los cuatro, como a la playa de San Juan de Alicante.
Ya llegó el momento de marcharme de Benidorm porque tengo que preparar los equipos sonido de unas txosnas para fiestas de Bilbao, así que era momento de finalizar el viaje, este viaje de mi ruta 66 que se alargó unos días más de la cuenta en Benidorm.
Total 7o días de viaje con miles de aventuras y buenos momentos.
En EEUU he estado en 2o Estados diferentes y he recorrido en coche 16.000 Km
Creo que en este blog no he podido expresar todo lo que he disfrutado en mi viaje, pero al menos lo he intentado. Miles de cosas se quedan en el tintero por no haber tenido tiempo de contarlas, o por el mero hecho de no escribir el Quijote, pero las guardo dentro de mí.
Agradezco mucho a todos aquellos que han seguido mis andanzas durante estos dos meses, que sólo con saberlo me dieron muchos ánimos de continuar escribiendo. Y si esto le sirve a alguien para animarse a viajar, estaría enormemente contento (extra).
Me despido hasta la próxima, quién sabe cuándo y dónde.
Bienve Ferro
