Hoy es nuestro segundo y último día de ascenso del Gran Cañón, así que decidimos madrugar mucho para que no nos pille tan fuerte el sol. Nos levantamos a las 3 y media de la mañana y comenzamos la segunda parte del ascenso con las linternas, pero pronto llegó la luz del día con el consiguiente calor.
Unas cuantas horas después, tras sudar el camino, llegamos a la cima como auténticos campeones.
En estos días habíamos consumido prácticamente toda la comida que llevábamos, así que contentos por haber calculado bien, y contentos también por haber logrado la azaña de descender y ascender el Gran Cañón del Colorado.
Antes de comenzar el descenso nunca se me hubiera ocurrido que bajar al fondo del Gran Cañón fuera a ser tal azaña, pues viéndolo desde fuera y sin pensar mucho, uno no se puede imaginar la inmensidad de esta zona. Es algo grandioso que uno sólo puede darse cuenta viéndolo aquí en persona.
Resumiendo, ha sido una gran experiencia, que me gustaría repetir, aunque sé que posiblemente sólo lo haré una vez en la vida (logrado y satisfecho).
ke guayyyy
joerrr
yo kiero irrr
a ver si me toca la loteria… jejejejjee