Joana

Siempre que estoy triste, yo me acuerdo de esta canción
que un día me escribiste con los latidos de tu corazón.

Hoy busco en el cielo abierto todo lo que me queda de ti,
La luz de un recuerdo cierto entre la oscuridad sin fin.

Me duele el alma si no existes, porque no soy nada sin ti,
mis ojos están tristes, han cambiado el azul por el gris.

El dolor se agarra al alba, a veces no puedo respirar,
no encuentro lugar con calma que me ayude a recordar.

Joana, te recuerdo.
La vida sin ti no es más que un infierno.
Joana, de verdad, no puedo.

Ohh, ohh, ohh, ohh.
Ohh, ohh, ohh, ohh.

Se amontonan los momentos, todo lo que me hiciste sentir,
se me escurren entre los dedos, la vida se derrama sin ti.

Intento mantenerme en pie, buscar al menos una razón,
algo que me haga entender por qué arrancaron mi corazón.

Qué fácil sería al menos poder creer en un mas allá,
saber que un tarde o temprano mis labios te volverán a besar.

Joana, te recuerdo.
La vida sin ti no es más que un infierno.
Joana, de verdad, no puedo.